Una Aventura Cuadro por Cuadro
La oveja más famosa de la T.V británica llega a la pantalla grande con una ingeniosa historia que hará reír a grandes y chicos por igual. Preservando el estilo de comedia situacional que la hizo tan popular, los cineastas Mark Burton y Richard Starzack construyeron un simpático relato sin diálogos en el que demuestran que se puede decir mucho sin la necesidad de proferir palabra alguna.
Shaun, El Cordero (2015), llega de la mano de Aardman Animations, el mismo estudio responsable de joyitas del stop-motion como Pollitos en fuga (2000) y Wallace y Gromit, la Batalla de los Vegetales (2005). Además, también son los productores de la serie de T.V de Shaun: el Cordero, que se emite desde 2007 por la CBBC de Londres y cuenta con 4 temporadas y más de 100 episodios emitidos.
En dicha serie, cada capítulo constituía una unidad autónoma que no se conectaba con los demás. Los conflictos –en general ocasionados por alguna travesura de Shaun- comenzaban y se resolvían en el mismo episodio. En este sentido, la película funciona como un capítulo largo en el que estos simpáticos y expresivos ovinos viajan a la “Gran Ciudad” para rescatar a su granjero, que sufre de amnesia temporal como producto de un accidente originado en un plan de Shaun para tomarse un día libre del tedioso y monótono trabajo campestre.
Shaun The Sheep Movie First Look Still
En ese periplo citadino de enredos, aventuras y problemas, el rebaño buscará a su dueño e intentará pasar desapercibido entre la muchedumbre, generando divertidos segmentos narrados con una prodigiosa fluidez e inteligibilidad. Burton y Starzack utilizan la ausencia de diálogos a su favor y construyen una multiplicidad de gags al mejor estilo “slapstick”, que por momentos nos recuerdan a glorias del cine mudo como Chaplin o Buster Keaton.
La variedad de situaciones que atraviesan los personajes están matizadas por un humor a la vez ingenuo e inteligente, que entretiene a los más pequeños y permite el goce de los adultos con sus diversas referencias subliminales. La narración es dinámica en todo momento y está sostenida por una excelente banda sonora que puntúa las escenas en su tonalidad adecuada y permite potenciar la expresividad de los personajes. En este sentido, es similar a (e igual de efectiva que) Minúsculos, el valle de las hormigas(2014), aquella maravillosa cinta del año pasado en la que la ausencia del lenguaje y la relevancia de la música eran aspectos igualmente importantes.
Por otro lado, la animación es perfecta y le da ese tono sencillo, puro y colorido a una historia que nunca busca ser más de lo que es. En ese sentido, el uso del stop-motion es genial y demuestra que, cuando hay un buen guión y una historia honesta para contar, no hace falta invertir millonadas en espectaculares efectos especiales para conmover al público. Shaun: El Cordero es, en definitiva, una hermosa y tierna película para toda la familia.