Un gran homenaje al cine de los 80 con aires spielberguianos, aquel cuyo tema era “algún día vas a crecer, acéptalo como aventura”.
Alguien dijo que era la mezcla de “Superman” y “Quisiera ser grande”. Es la mezcla de “Superman” y “Quisiera ser grande” y la receta funciona. No importa a qué empresa pertenezca, “Shazam!/Capitán Marvel” (depende de vuestra edad es como lo llamen) siempre fue una mezcla de humor de cartoon con superhéroes.
La película cuenta cómo un pibe de 15 años más bueno que el pan se convierte en un supertipo con sólo decir la palabra mágica “Shazam”, y cómo eso lo afecta, lo divierte y le permite cumplir las fantasías omnipotentes de la adolescencia hasta que llega la hora de la responsabilidad y subir un par de escalones de madurez.
Y todo –¡Por fin!– olvidando las competencias feroces entre “tanques” y marcas que signan para mal el cine de hoy. Un gran homenaje al cine de los 80 con aires spielberguianos, aquel cuyo tema era “algún día vas a crecer, acéptalo como aventura”. Se trata de eso.