El jardín vacío
Pánico en Londres: desaparecen los enanos de jardín sin explicación, los medios confundidos, Gnomeo y Julieta se pelean luego del idílico romance de maceta hasta que entra en escena el implacable Sherlock Gnomes y su fiel ladero Watson.
Eso es lo que ofrece la apuesta animada de Paramount como desprendimiento de aquella Gnomeo y Julieta (2011). Sherlock Gnomes como su nombre lo indica introduce en el mundo de los gnomos animados a la creación literaria de Arthur Conan Doyle.
Claro que al público menudo, a quien va expresamente dirigida la película, poco le importa el traspaso del detective más popular de la literatura al universo animado y nuevamente en una contienda con su archi enemigo Moryarti (aquí una suerte de bebé amarillo con cara de malo) y su método lógico deductivo para resolver el enigma de la desaparición.
Resulta extraño que los guionistas se hayan tomado el mínimo trabajo de adosar a la trama algunos elementos de estas características cuando todo es despliegue visual, algún que otro chiste verbal y mucho movimiento con persecuciones y esos constantes estímulos que hacen el deleite de los más pequeños.
Es muy probable que las versiones que se estrenen no tengan el plus del audio original para reconocer voces como las de Emily Blunt, Michael Caine o Johnny Depp entre otros personajes.
Por eso a los más grandes les recomiendo llevarse un libro y si es posible uno de Sir Arthur Conan Doyle si los pequeños insisten en esta nueva aventura tamaño small animada por los jardines de Londres.