Robert Downey Jr. y Jude Law regresan a la gran pantalla como el astuto (aunque medio desquiciado) detective Sherlock Holmes y su fiel e inseparable ayudante el Dr. Watson para protagonizar una nueva aventura en la que intentarán poner fin a los maléficos planes del malvado e ingenioso Profesor James Moriarty (Jared Harris).
Esta segunda entrega, dirigida al igual que su antecesora por Guy Ritchie, "Sherlock Holmes: Juego de Sombras" comienza con una serie de misteriosos crímenes (aparentemente sin relación entre ellos) y unos bombardeos llevados a cabo en Estrasburgo y Viena que ponen a toda Europa, y quizás al mundo entero al borde de una crisis a gran escala como nunca se había visto hasta la fecha.
Nadie logra conectar los puntos como el gran Sherlock Holmes, quien está absolutamente convencido que detrás de todo este caos se encuentra la más grande mente criminal de todos los tiempos: el mismísmo Moriarty.
Decidido a truncar los planes del siniestro profesor, Holmes se embarca en un agotador viaje desde Londres, pasando por Francia, Alemania y finalmente Suiza, arrastrando consigo a Watson, quien debería estar disfrutando de su luna de miel en vez de involucrarse en esta nueva misión.
Impecables actuaciones de todo el elenco, excelente musicalización de Hans Zimmer, comedia y mucha acción. Todo ésto, sumado a lo que para mí es un gran efecto narrativo, como lo es el mostrarnos en cámara lenta lo que pasa por la mente del detective para luego ver lo que efectivamente va a suceder, hacen de esta secuela una gran película para disfrutarla de principio a fin.
Completan el reparto la actriz sueca Noomi Rapace ("The Girl with the Dragon Tattoo") como la gitana Simza y Stephen Fry ("V for Vendetta") como el excéntrico hermano de Sherlock. De la primera entrega regresan, con unos papeles más pequeños, Rachel McAdams como Irene Adler, Kelly Reilly como la esposa de Watson, Eddie Marsan como el inspector Lestrade y Geraldine James como la atormentada ama de llaves de Holmes.