Un inspector a las trompadas
Ya sabíamos con quien contábamos para lo que implicaba el riesgo de trasladar al cine en versión taquillera y superpresupuestada uno de los más grandes personajes de la literatura. El hombre venia de la pobretona RocknRolla y de esa imposible ¿comedia? con su ahora-ex-Madonna. La apuesta tenía algo de riesgo, pero podríamos decir que este buen Guy cruzó la barrera con el tren a punto de aplastarlo y sobrevivió al intento.
Sherlock Holmes es una aventura posmo, un ejercicio de delirio mainstream bien jugado y aceitado, apto para todo público a la vez que con guiños adultos y un elenco que hace honor a lo que merecía el proyecto.
La historia nos muestra al célebre personaje de Arthur Conan Doyle en plena forma física, trompeando por dinero y haciendo gala de un despliegue de violencia que no se le imaginaba en los textos de su autor. Por otro lado, tanto Sherlock (Robert Downey Jr.) como su ayudante (y salvador de papas profesional) Dr. John Watson (Jude Law) se ven aquí involucrados en la investigación de un caso extraño, con tintes presuntamente paranormales y que tienen que ver con un maléfico caballero oscuro, Lord Blackwood, quien se supone ha regresado del más allá tras ser condenado a la horca por sus horrendas tropelías.
El relato que nos planta Ritchie sigue la línea estética de lo que viene haciendo desde su debut, a fines de los ´90s, con Lock, Stock and Two Smoking Barrels y, sobre todo, con ese opus que sigue siendo lo mejor de su carrera, Snatch. Un montaje ágil y por momentos desenfrenado, personajes siempre listos para correr, saltar y enfrentarse con quien se les anime, y un guión que si bien no es todo lo ajustado que debería ser en honor a quien inspiró y dio oportunidad a semejante negocio cinematográfico.
En cuanto al cast, tal como podía preverse, lo de Downey Jr. es más que correcto, al igual que lo emprendido por Jude Law, con ese perfil de caballero inglés que sostiene durante toda la película. Desde el lado del mal, Mark Strong (Body of Lies, RocknRolla) hace de su satánico personaje un malo de los muy malos, seguro candidato a Villano del Año en la encuesta 2010 de ZonaFreak.
Sin temor al error o a la negligencia cinéfila, digamos que esta llegada del señor Holmes al cine ha sido aceptable, plasmada por alguien que si le tocara una remake de Casablanca haría más o menos lo mismo en términos visuales, que maneja bien sus propios códigos y parece muy cómodo en continuar por esa línea. No es demasiado, pero le alcanza como para logar cierto estándar de decencia y ubicarse en un saludable promedio de cine clase A.