Guy que me hiciste mal…
Sherlock Holmes no es un personaje popular, en el sentido en que se entiende la popularidad por estos días: alto impacto, conocido globalmente, explosivo. Hace años que no se filma ninguna película del personaje y sus libros no son tampoco de alto impacto, aunque algo flota en el imaginario popular y existe le museo y la Casa del Detective - si existe la casa en la que Romeo y Julieta se juraban amor en Verona, por qué no iba a existir luna para los detectives?
Las películas originales del personaje protagonizadas por Basil Rathbone mostraban a un inglés reflexivo, reconcentrado, ejecutante de violín. El personaje literario sumaba a esas características la de ser un fumador consuetudinario de opio. Pues bien, el regreso de Sherlock Holmes encuentra al personaje renovado, libre de su flemático carácter british, claro, por obra y gracia de la interpretación de Robert Downey Jr, al igual de lo que pasa con el Dr. Watson, a cargo de Jude Law.
Quizás uno, cualquiera, no hubiera elegido a Guy Ritchie para que dirigiera esta película, pero objetivamente, nadie podrá decir -a pesar de su edición pretendidamente ágil y de que pareciera sobrar-, que Ritchie filma mal.
Pero si Downey, Law y la bella Rachel McAdams conforman un trío que logra lucirse. Quizás la película no conforme de todo por ese tono de estar de vuelta de todo y que finalmente termina dañándola. Holmes seguramente necesitaba un director más clásico y no tan preocupado en lucirse en cada plano.