Equivocado aquél que se crea que estará frente a la genuidad o forma clásica del célebre personaje literario de Conan Doyle, deberá ver las viejas versiones con Basil Rathbone o Peter Cushing, ya que este "Sherlock Homes" pasa por otro margen, está versionado libremente y es bastante más histérico y nervioso que cualquier versión mejorada del peculiar detective. Aclaremos que el director Guy Ritchie tampoco -o los productores- descubrieron la pólvora. Ya lo habia hecho en 1970 el gran Billy Wilder con "La vida privada de Sherlock Holmes", una obra fílmica descollante, melancólica desmitificación y absoluta rareza fílmica que combinaba misoginia y delirio.
Los méritos que posee esta nueva versión no son pocos, si bien la historia de investigaciones y enfrentamientos con el villano de turno: Blackwood, no es nada del otro mundo si los son las maneras narrativas del director, casi en ritmo clipero, con efectos visuales de caparazón estética llamativa y por sobre todo la interpretación formidable de Downey Jr. como un Holmes mezcla de Indiana Jones, Bond y Closeau. A quién le va tanto un combate feroz a puño limpio como manejar un asombroso intelecto. Alguien podrá criticar que este es un Holmes con bastante humor negro, pero porqué no ser esa una original idea de versionar al más famoso detective de todos los tiempos....?.
Jude Law está impecable, y es el mejor Watson que uno pueda imaginar, sus escenas con Sherlock donde se manipulan, discuten o se correspoden, son de lo mejor.
Las bellas figuras y sensualidades de Rachel McAdams y Kelly Reilly -vista hace un par de semanas en "Eden Lake"- no desentonan y Mark Strong tiene la máscara adecuada del malévolo Blackwood.
Una ambientación marcada, vestuario, escenografía, más soberbia iluminación y la muy excelente música de Hans Zimmer, dan realze a este muy buen entretenimiento fílmico, ideal para degustar en climatizada sala veraniega. Es obvio que no es una peli para ver en una PC o en un reproductor de DVD. Elemental, mi querido Watson.