La primera ficción de Fernando Molnar (Rerum Novarum, Mundo Alas) intenta reflejar la alienación de un hombre sin trabajo que se aferra a uno ofrecido por un pariente que consiste en vender departamentos desde esa maqueta de cartón pintado, a cualquier costo. Con un gran trabajo de Diego Peretti, que sostiene baches en el guion y objetivos del film.