Showroom

Crítica de Néstor Burtone - Otros Cines

Sueños y pesadillas de la clase media porteña

El hasta ahora documentalista Fernando Molnar, reconocido por su rol de codirector en Mundo Alas y Rerum Novarum, debuta en la ficción con una comedia negra sobre el mundo laboral aunque patinada por la melancolía de un aspiracionismo imposible de satisfacer. Showroom, además, deconstruye el ideario de la clase media poniendo en perspectiva el sueño de la casa propia.

Todo esto es encarnado a través de la figura de Diego (Diego Peretti, con una economía gestual justísima). Endeudado hasta la médula y recientemente echado de su trabajo como organizador de eventos, deberá mudarse junto a su mujer e hija a una casa de su tío en el Delta del Tigre. Mismo tío que le ofrece una nueva oportunidad laboral como vendedor en el showroom de un futuro complejo habitual palermitano.

Pero aquello que parecía un trabajo meramente ganapanes deviene rápidamente en una obsesión, sumergiendo al protagonista primero en el desgano y después en una espiral de responsabilidad compulsiva que más pronto que tarde concluirá en la más lisa y llana alienación.

El tono crítico y por momentos venenoso de su desarrollo marca un constante crescendo durante la primera hora, pero sobre el final Molnar se pone demasiado aleccionador, dándole a su película un aire de moraleja innecesaria.