Shrek para Siempre marca el final de una franquicia muy exitosa y cuestionada en su calidad, luego de una tercera entrega bastante mediocre.
En esta cuarta película Shrek se encuentra agobiado por la crianza de sus tres hijos y la rutina con Fiona y sus compañeros de viaje. Rumplestiltskin se cruza con el ogro en el momento en que éste se encuentra más vulnerable y es así como logra engatuzarlo y convencerlo de que firme un dudoso contrato que consiste en darle a Shrek un día en que vuelva a ser un ogro de verdad, pero un día a la vez que sin que él lo imagine será una realidad alternativa en donde Fiona, Burro y El Gato con Botas no lo conocen y tienen vidas muy distintas a las presentadas por Dreamworks en las primeras tres entregas.
Planteado el nudo de la cinta se me vino a la cabeza cierta analogía con Volver al Futuro. En aquella saga de ciencia ficción el Dr. Emmett Brown siempre alarmó a Martin McFly de que la modificación de ciertas cosas o elementos podrían desencadenar una realidad paralela a la anterior. Continuando con esta analogía el contrato de Rumplestiltskin representa al DeLorean y es por medio de éste que Shrek viaja a su realidad alternativa donde puede ver como hubiera sido la vida de sus amigos si él no hubiera existido y obviamente es allí cuando el querido ogro debe pelear por volver todo a la verdadera realidad. Si recuerdan la saga dirigida por Robert Zemeckis, Michael Fox también tiene un fin similar que cumplir en el pasado o su futuro. Quizás la analogía es un poco loca pero es las sensación que primero se me vino a la cabeza cuando estaba sentado en mi butaca. Supongo que a ustedes les pasará lo mismo y terminarán de entender lo que quiero decir.
Creo que en esta cuarta entrega se volvió a las fuentes, porque de alguna manera se puede ver nuevamente ese humor ácido, desopilante y fresco que tuvieron la primera y la segunda entrega. Hay muy buenas escenas de la mano del Burro, quien nuevamente vuelve a tener un rol protagónico en las secuencias cómicas, pero obviamente quien una vez más se destaca por encima de todos es el genial Gato con Botas. La labor de Antonio Banderas poniendo la voz a dicho personaje realmente es un laburo digno de destacar, ya que es imposible imaginarse al gatito con otra voz que no fuera la del cachondo español.
Si siempre destacamos el buen mensaje que dejan las películas de Pixar, creo que también debemos enunciar que Shrek tiene un hermoso mensaje que nos dice que hay que valorar las cosas que uno tiene siempre y no esperar a perderlo para comenzar a valorarlo. Incluso en el final uno siente bastante emoción, algo que jamás había ocurrido en las anteriores ediciones.
Shrek para Siempre es un buen broche para cerrar una franquicia muy famosa y querida por todos. Quizás sería merecedora de tres estrellas y media, pero redondeo para arriba por lo buena y digna despedida que merecía este querido Ogro.