Intrusos presenta una historia de terror con un concepto se viene repitiendo bastante en este género.
Me refiero al clásico relato de los delincuentes que entran a robar una casa para descubrir que los dueños del lugar resultan ser psicópatas peligrosos.
Los personajes que eran las víctimas de los ladrones entonces se convierten en los principales villanos.
Hace poco vimos una propuesta similar en No respires, de Fede Alvarez, Cacería macabra (You ´re Next) y Nadie vive, del director japonés Ryuhei Kitamura (Versus).
Salvo que no hayas visto ninguna de esas películas, Intrusos es una producción bastante predecible que repite situaciones y elementos que se incluyeron en los títulos mencionados.
La única diferencia es que en este relato la supuesta víctima se desempeña por momentos como una digna descendiente del viejo Jigsaw de la saga de El juego del miedo y el modo en que castiga a los delincuentes es ingenioso.
Pese a que la historia es bastante trillada el director Adam Schindler logra que el conflicto sea bastante ameno gracias a las situaciones de suspenso que construye en su narración.
A Intrusos le jugó en contra el hecho que se estrenaran producciones muy parecidas en estos últimos años, pero no es una película mala.
Al menos logra ser entretenida y se deja ver si a esta altura no te saturó la temática que trabaja.