Tommaso es un reconocido cardiólogo italiano. Su esposa abandonó su vida real para dedicarse a ser la señora de la casa volcada al aburrimiento y el vino. Su hija, chica hueca y con pocos méritos, vive puerta por medio con un esposo un poco igual a ella. Andrea, su hermano, que deberá seguir los pasos de su padre, decide inesperadamente aferrarse a la vida sacerdotal.
Esta noticia, que golpea como un baldazo de cemento en la cabeza de su padre, será la pista que tendrá Tommaso para develar qué esconde el Padre Don Pietro, lavador de cerebros.
Si Dios Quiere (Se Dio Vuole), presenta en muy pocas escenas al grupo familiar como los máximos representantes de cada estereotipo de la clase alta romana y un ejemplo de sacerdote fuera de los estándares establecidos.
En esta comedia italiana se encuentran en veradas enfrentadas la fe más auténtica contra la razón más estoica. Bajo una mentira, Tommaso empieza a frecuentar al Don Pietro pero pronto descubrirá la verdadera razón de ser
Edoardo María Falcone centraliza la película en las relaciones sociales y culturales a través de dos miradas opuestas pero lejos de la palabra religiosa. Si Dios Quiere, no es una película de sotanas y anti-cristos, sino uno representación real de lo que uno es verdaderamente.