Homenajeando (o robando) a El día de la marmota (1993), Si no despierto toma la fórmula en la cual la protagonista revive una y otra vez el mismo día sin importar qué haga.
Lo interesante aquí es la mezcla de coming of age y drama adolescente que va desde los temas más superficiales hasta verdaderos problemas como el bullying.
En tiempos en los cuales una serie tal como 13 reasons why (de Netflix) acapara todas las miradas y debates, esta película está en total sintonía.
A priori podría haber sido un film muy tonto y lleno de clichés pero la directora Ry Russo-Young esquivo todo con gran maestría ejecutando un guión conciso y sin demasiado divague.
La puesta es muy simple y chata, y eso también hay que decirlo, pero en el balance final la película sale ganando.
Zoey Deutch es una de las actrices en ascenso que más laburos viene pegando en Hollywood, y si bien aún no ha hecho algo significativo que la ponga en el tendem de estrella hay que prestarle atención.
Aquí está muy bien como la adolescente Sam, donde pasa por diferentes matices hasta llegar al climax.
Y hablando de climax, el final es otro de los grandes puntos fuertes del film del cual no puedo escribir por razones obvias.
Es muy fácil pegarle a esta película si se la analiza a la ligera pero si uno la observa de manera un poco más minuciosa descubrirá un buen film que tiene una declaración para hacer a través de un metalenguaje muy simple. No es la típica película dirigida hacia el público adolescente.
Una grata sorpresa.