Esta segunda parte se encuentra llena de personajes donde participan los anteriores y nuevos, su desarrollo fragmentado en diferentes localizaciones e historias, resulta bien coral; una vez más se lucen Josh Brolin y Benicio del Toro, ambos sobresalen y están geniales en la pantalla.
Se siente la falta del personaje interpretado por la actriz británica Emily Blunt (“La chica del tren”). Dentro de los personajes nuevos se encuentra el que intenta componer Isabela Moner (es la hija de un capo de la droga), siendo sobreactuado, le falta credibilidad y no resulta ser malvado, están correctos aunque les falta mayor desarrollo: Elijah Rodriguez, Matthew Modine e Ian Bohen.
Esta trama tiene menos suspenso, es un poco menos impactante, con algunos baches y se siente un poco larga, aunque varios pasajes son interesantes, tiene bastante acción, ataques terroristas, conflicto político y thriller. Contiene impactantes planos aéreos, una fotografía increíble, la música aporta tensión, emoción, está bien dirigida y se puede disfrutar.
En el 2015 tuvimos la primera entrega, al poco tiempo ya teníamos la posibilidad de ver esta y ahora sabemos que se transformará en una trilogía. Se mantiene el mismo guionista, Taylor Sheridan (“Sin nada que perder”, 2016), solo nos resta esperar la tercera parte.