Fiel como perro de Gere
La historia real del can que siguió leal a su dueño hasta más allá de su muerte.
Bien dicen que si uno quiere lucirse como actor, lo mejor es no compartir escenas con niños ni con perros. No por las comparaciones -aunque a veces, sí.-, sino porque la atención suelen llevárselas estas criaturitas. Y más si, en el caso de los canes, es un cachorrito indefenso, que hace honor al refrán de que el perro es el amigo más fiel del hombre.
Pese a todo esto, Richard Gere sale airoso en Siempre a su lado. Es el músico que una noche en una estación de trenes encuentra perdido al cachorrito akita y se lo lleva a su casa. Su esposa (Joan Allen) está recontrapodrida de los animales, no lo quiere ni ver a Hachiko, como llaman al cuatro patas, pero de a poco entiende que el cariño y la devoción que su esposo le dedica al pichicho (se revuelca en el pasto con él; intenta enseñarle a ir a buscar la pelotita) no le quita su espacio.
En fin: que Parker la sigue queriendo, y ella advierte que la relación con el perro le ha devuelto a su pareja algo de la pasión por vivir que parecía apaciguada.
La película de Lasse Hallström (Las reglas de la vida, Chocolate) se basa a su vez en una historia real, ocurrida en Japón, por la década del '20 del siglo pasado. Gere, como productor del filme, tampoco se ha quedado con el rol principal. Curioso o no, el Siempre a su lado puede referirse a Parker, no al perrito. Sin adelantar demasiado -la cola en los cines lo deja en claro-, en algún momento Parker morirá y Hachiko irá todos los días durante diez años a la estación a esperar a su dueño.
Que los amantes de las panzadas lacrimógenas sepan que Siempre a su lado es su película de la semana. Todos los personajes secundarios (el vendedor de hot dogs, el guarda de la estación, la esposa de Parker, su hija, un amigo japonés que explica todo lo que el perro no puede) están en pantalla en función del pichicho. Emotividad cruel, en síntesis, todo aquel que sienta que la fidelidad no es un viaje de ida, la disfrutará hasta las lágrimas. ¿Si es una película infantil? No, pero no habrá chico que se resista al perrito.