Mi adorado Shih Tsu
El eterno juego del "cine dentro del cine" es el que dispara el británico Martin McDonagh en su segunda película (antes había filmado la atrapante Escondidos en Brujas) y cuenta con un elenco de primeras figuras. También es cierto que la película empieza mejor de lo que termina al intentar unir las piezas desparramadas de todas las situaciones quie presenta.
Sie7e Pscicópatas comienza con el cartel de Hollywood y un doble crimen. Un escritor (Colin Farrell) sufre un bloque creativo que le impide terminar un guión que lleva el título del film y que está centrado en la confabulación de dos amigos que secuestran perros para cobrar una recompensa. En su odisea lo acompañan Billy (Sam Rockwell), un actor desocupado y ladrón de medio pelo que está dispuesto a todo y Hans (Christopher Walken), un hombre religioso con un pasado violento. Cuando estos dos últimos raptan al Shih Tsu de un mafioso (Woody Harrelson) las cosas se complican más de lo debido.
Realidad, ficción, sátira oscura con graves conflictos personales y pesadilla se entremezclan en una historia efectiva por momentos y, disparatada, por otros, que presenta a psicópatas con numeración que parecen salidos de una película de Tarantino si no fuera por el humor que tiene la trama. Las mujeres de esta parodia del cine de violencia de Hollywood no corren con la mejor de las suertes...o son víctimas o asesinas.
Las participaciones de Harry Dean Stanton, un padre con sombrero que busca justicia por su hija muerta, y de Tom Waits, quien aguarda la vuelta de su mujer asesina, son algunas de las particularidades que presenta esta producción que resulta disfrutable con sus oleadas de sangre, adicciones, tiroteos y un desenlace en pleno desierto.