Silencio del más allá es la nueva película de la productora inglesa Hammer Films, que en el pasado supo estar a la vanguardia del terror gótico en el cine durante las décadas del ´60 y ´70.
Desde el 2008 la compañía volvió a revivir con nuevas propuestas para la pantalla grande que hasta ahora dejaron un sabor bastante amargo, ya que no consiguieron estar a la altura de lo que representa el nombre Hammer para este género.
Los únicos filmes decentes que evocaron bastante bien el espíritu de los viejos trabajos de la Hammer fueron Wake Wood (2011) y La dama de negro (2012), con Daniel Radcliffe.
Después el resto de las producciones que hicieron, como la innecesaria remake de Déjame entrar y The Resident (Hilary Swank), resultaron filmes olvidables.
Este estreno no cambia esa historia. El gran problema que tiene Hammer es que perdió su identidad y hoy la productora se limita a trabajar fórmulas trilladas del cine norteamericano que se repiten una y otra vez en la cartelera.
Mientras sigan copiando al cine hollywoodense y hagan películas de horror no aptas para menores de 13 años va a ser muy difícil que puedan recuperar el nivel que supieron tener en el pasado.
A Hammer le falta riesgo y creatividad.
Sería injusto calificar a Silencio del más allá como una mala película, ya que tiene algunos méritos, pero lo cierto es que no vas a encontrar mucho terror en esta historia.
La trama presenta una especie de thriller sobrenatural que pudimos ver mejor trabajado el año pasado en El Conjuro. Una historia que se hace principalmente llevadera por las interpretaciones del reparto, donde lograron destacarse Jared Harris (Mad Men) y Olivia Cooke (conocida por la serie Bates Motel), además del buen trabajo que hizo el director John Poge (Cuarentena 2) con las ambientaciones tétricas.
Junto con la excelente recreación de los años ´70, estos son los puntos más interesantes de la película en material de realización.
El problema de este estreno es que brinda una película de horror desapasionada, que más allá de los ruiditos de puertas que se abren lentamente, carece de escenas que nos recuerden que estamos viendo una propuesta de este género.
La historia tiene que ver con hechos paranormales y cultos satánicos, pero no hay momentos intensos ni escenas memorables que se puedan resaltar. En lo personal me resultó bastante aburrida y no me entusiasmó como para recomendarla.
Seguimos en la espera de un buen film de terror.