Esta es una historia sobre posesiones, experimentos e intrigas.
Para hacerla más realista apenas comienza el film reza “inspirado en hechos reales”, eso le otorga un plus adicional y luego agrega que “lo experimental fue por consentimiento de los pacientes”. Todo transcurre en 1974 en la Universidad de Oxford, Inglaterra, cuando un profesor de nombre Joseph Coupland (Jared Harris, Resident Evil: Apocalypse, y la serie Fringe), en sus clases va mostrando distintos casos a sus alumnos. Luego junto a un grupo de alumnos sobresalientes decide realizar un terrorífico experimento. Con una joven Jane Harper (Olivia Cooke, la serie Bates Motel) perturbada mentalmente que los guiara a fenómenos desconocidos.
Comienzan a surgir una serie espeluznantes acontecimientos, van liberando al mal y las fuerzas ocultas, que pueden provocar cierto descontrol y hechos considerados paranormales. Hay muñecas, cámaras subjetivas, sustos por todos lados, puertas que se abren y se cierran solas, objetos que se rompen, exorcismos, misterios por descubrir, momentos al estilo fenómeno poltergeist, en todo momento se intenta alterar los nervios del espectador con esta serie de situaciones.
Es un film que tiene todos los toques para que el espectador se sobresalte pero para los conocedores del género no es difícil saber en que momento sucederá, no faltan los siguientes elementos: misterios, la poseída que seduce a algún integrante, vómitos y sangre y la chica del grupo que tiene alguna relación sexual y algo le ocurre. En estos tiempos es muy fácil lograr muy buenos efectos especiales y en este caso lo consigue, además cuenta con una buena fotografía.
El personaje que desempeña Olivia Cooke es bastante creíble, la ayudan mucho sus gestos y cara, pero el resto del elenco no acompaña de igual forma, las escenas constan de una buena ambientación y los colores que utilizan se encuentran bien aprovechados, se incluye bien la simbología satánica , genera algunos climas pero le falta tensión, le faltaron toques al estilo Alfred Hitchcock, está presente la cámara en mano a un ritmo por momentos estrepitoso, contiene un giro cerca del final además de una narración trillada, para nada original y con un final que queda abierto.