Cinco años le costó producir "Silencio roto" a Pablo Moyano. Y al ver el documental, nos damos cuenta de que fue una ardua tarea. No sólo el trabajo de búsqueda y recopilación de la información debe haberse llevado ese tiempo, hay aquí una construcción de mirada, que sorprende, porque aprende a mirar, con otros ojos.
En una época donde proliferan los documentales que ponen la mirada en los tremendos años de esa dictadura que nos dejó 30 mil desaparecidos, este dedica su investigación al destino de 16 "nikkeis" (miembros de la comunidad japonesa de primera descendencia aquí), que dejaron de estar físicamente. Nacieron aquí, se criaron en familias respetando la tradición de su cultura y se relacionaron con lo que Argentina estaba viviendo en esos años.
Y militaron. Se comprometieron con sus ideales. Con sus amigos. Con sus compañeros de trabajo. Diseminados en distintos lados, estos 16 protagonistas dejaron su marca en una comunidad local que los recuerda con afecto y extrañeza. El recorrido por sus historias despierta sensaciones encontradas: parece el mismo dolor que el de las familias que ya conocemos aunque tiene un cariz distinto.
Su idiosincracia genera (al menos eso se siente) una toma de conciencia compleja. Será que en la cultura japonesa la palabra tiene un valor distinto (de gran importancia) que para nosotros...
Lo rico de este trabajo de Moyano es adentrarse en una búsqueda plagada de silencios. En una tarea para romper ese manto de silencio sobre las desapariciones de los miembros de esta comunidad. Sí, eran japonenes para la Argentina, y argentinos para Japón pero... Tuvieron el mismo destino que sus coterráneos, al luchar por sus ideales.
El documental transita estos espacios con una cadencia propia de la comunidad que observa. Hay en él sutiles notas que enmarcan los relatos y los vuelven retratos vivos de estos nikkies que decidieron confrontar al poder asesino y organizarse para la resistencia.
Un doc que cambia silencios por palabras y aporta a la construcción de una memoria colectiva donde todos los sectores deben estar representados.