Después de tres décadas de sólo soñar con materializar en el cine una obra que siempre persiguió, Martin Scorsese vuelve a las salas con “Silencio”, una película que funciona de manera hermosa pero que, quizás por primera vez en la filmografía del director, no es para cualquier público. Su temática es bastante selectiva y puede que no le interese a todos de la misma manera
Recuerdo haber visto en mis primeros años de secundaria “La Misión” y que me haya embolado como pocas veces en mi vida. Hasta volver a verla ya con un sentido claro de lo que iba a ver fue algo que odié y lo mismo puede pasar con esta película, que transcurre en Japón, con lo que conlleva una forma de desarrollarse distinta. La forma de retratar al pueblo japonés, junto a sus costumbres, tiene su cosa increíble y su cosa densa, como toda película que trata de abarcar mucho y más tratándose de un film que puede pecar de ambicioso por momentos, casi gritando a los cuatro vientos con cada fotograma que quiere llevarse premios.
La dirección de Scorsese es fascinante. Todos tenemos en claro que es uno de los mejores directores que habitan nuestro planeta, que sabe perfectamente cómo colocar una cámara y evocar sensaciones, que sabe cómo ambientar un buen plano o cómo desarrollar una escena en particular y acá, tratándose de un proyecto al que le inculcó tanta pasión, no pasa algo distinto, ya que tiene unos planos maravillosos, una fotografía hermosa y se nota en particular la dedicación que se le puso en cada escena.
Pasando al plano actoral, Andrew Garfield y Adam Driver son, por supuesto, los que más se destacan y los que más elogios merecen. Los dos se metieron de lleno en sus papeles y tienen escenas impactantes. Dice mucho de un actor que en una performance te transmitan cosas sólo con sus miradas, cosa que acá pasa bastantes veces y es para destacar. Liam Neeson tiene escenas muy buenas también, en las que vuelve un poco a su pasado de actor dramático.
Si “Silencio” no se lleva una nota máxima es por su duración, la cual si la ves desprevenido te va a causar agarrarte la cabeza y esperar lo peor. Y es cierto, muchas veces el film se alarga tanto que parece una tortura fílmica, pero si llegas a agarrarle la mano y estás dispuesto a entregarte a una buena historia, creo que “Silencio” es un gran exponente del cine y una de las cosas más profesionales, visualmente hablando, que Scorsese entregó.
Puntaje: 4/5