Silencio

Crítica de Luis Zas - Leedor.com

Anunciada para el 16 de marzo, se estrena en Buennos Aires, Silencio la última película de Martin Scorsese.

“El cristianismo en el cine” podría ser una unidad temática en un programa de estudios sobre cine y religión. Desde las películas aptas para fin de año y Semana Santa como Ben Hur, Los Diez mandamientos y El manto sagrado entre otras, más apegadas a la historia clásica y épica apoyándose en los nuevos avances técnicos como el technicolor y la espectacularidad visual del cinemascope de los 50’ y 60’ hasta las visiones más personales posteriores como El evangelio según San Mateo (Pier Paolo Pasolini, 1964), Yo te saludo, María (Jean Luc Godard, 1985), La última tentación de Cristo (Martin Scorsese, 1988) y Teniente corrupto (Abel Ferrara, 1992) entre otras.

Martin Scorsese es uno de los directores cristianos más reconocidos y que han tratado la culpa y la redención en todos sus films como en su nueva obra Silencio, film que recupera la historia de los kakure kirishitan los cristianos japoneses que fueron torturados por las autoridades imperiales en el siglo XVII para desalentar un credo que resultaba explosivo en lo social.

“Siento una gran admiración por su coraje y su convicción” expresó Scorsese durante la presentación del film en la misma Japón en Enero de este año, mensaje que abarcaba tanto a los nativos convertidos al cristianismo como a los pastores europeos que llegaban a estas tierras y sufrieron todo tipo de vejámenes. La película se basa en la novela homónima del escritor Shusaku Endo (1923-1996) publicada en 1966 y que también tuvo su versión japonesa en el cine dirigida por Masahiro Shinoda en 1971 con el nombre de Chinmoku que se puede ver en Youtube (https://www.youtube.com/watch?v=5imdEkxtvAQ)silencio3

Un joven jesuita portugués, Sebastián Rodríguez (Andrew Garfield) es enviado junto al padre Francisco Garupe (Adam Driver) a Japón para investigar el paradero del padre Cristóbal Ferreira (Liam Neeson) que dejo de tener contacto con la Iglesia y sobre el cual hay denuncia de su renuncia al credo (apostasía) luego de ser torturado y ver como mataban en horrendos suplicios a los fieles de su región.

La película es una honda reflexión sobre las condiciones en que los humanos renuncian a sus más arraigadas convicciones donde el miedo al dolor físico y la culpa por los infortunios de los feligreses más débiles operan como poderosas razones.

También es una reflexión teológica sobre la justicia divina en esta esfera terrestre, y ese silencio del título es el que Dios realiza mientras sus fieles son martirizados sin piedad: Dios no puede evitar ningún sufrimiento de los mortales, pero sí acompañarlos.

Transversalmente es una referencia moral y política sobre la tortura como método de disciplinamiento producida desde un país cuyo máximo mandatario (Donald Trump) ha convalidado la práctica de la tortura, práctica que Obama nunca terminó de prohibir, como forma de extraer información militar sobre los planes del (inventado) enemigo musulmán.

Es pertinente recordar que para la misma fecha de la historia de Silencio en Europa miles de personas eran procesadas bajo el yugo de la Inquisición Católica (Torquemada) llevando a la hoguera a pensadores como Giordano Bruno y haciendo retractar a cientos de científicos que, como Copérnico, mostraban que ciertos enunciados que la Biblia ofrecía como saberes eran solo charlatanería.silencio 1

Andrew Garfield se está convirtiendo en un gran actor. Desde sus inicios como el Peter Parker de la renovada historia de Marvel El Hombre Araña I y II pasando por el soldado que renuncia a portar armas en Hacksaw Ridge, la última y exitosa película de Mel Gibson, y muestra en Silencio su ascenso al componer al padre Ferreira que sufre en la duda de su fe, sobre un dios que no interviene ante los que aplican tormentos a sus fieles pero que aún así mantiene sus convicciones hasta el último de sus días bien acompañando por el gran profesional que es Liam Nesson en el rol del converso Ferreira y un Adam Driver (pronto lo veremos en Paterson de Jim Jarmusch) en un papel menor y bastante desdibujado.

Scorsese vuelve a un relato complejo y de una alta densidad dramática como Taxi Driver, Toro Salvaje y Gangs of Nueva York donde Los protagonistas están dispuestos a matar o morir por sus convicciones. Con Silencio, Scorsese logra tal vez su obra más intimista y personal ya que en todo momento sus protagonistas dialogan con la conciencia del espectador moderno que como sus personajes buscan algo en que creer en este mundo sin fe.

Con Silencio, Scorsese se aleja del vínculo con Leonardo Di Caprio (5 films), con quien logró el éxito comercial y profesional más duradero después del que sostuvo con Robert De Niro (6 films), y toma sus riesgos con otros jóvenes talentos como Andrew Garfield: Silencio es un verdadero acto de fe en sus convicciones estéticas, éticas y temáticas.

Por los menos alguien que no defrauda en este mundo de principios poco estables….