Ciertos escritores han sabido combinar el suspenso proveniente del policial y la temática política y social que llegaba del realismo. Así se inauguró un nuevo género literario conocido como no ficción. Uno de los primeros ejemplos fue Rodolfo Walsh con Operación masacre, denunciando el accionar genocida de una dictadura, y otro puede ser A sangre fría, de Truman Capote. Dentro de lo cinematográfico hubo notables exponentes, entre los que sobresalen Todos los hombres del presidente, dirigida por Alan J.Pakula, y Serpico, a cargo de Sidney Lumet. Este equilibro y esta tensión entre lo que se cuenta y cómo se lo cuenta, con la nueva película de Tarik Saleh incorpora una nueva complicación y, por lo tanto, un nuevo foco de tensión: lo religioso. Con el antecedente notable de su película El Cairo confidencial -que también tuvo su premiere en Cannes-, Saleh nos introduce en el mundo de la disputa religiosa atravesada por los intereses políticos del gobierno, sin perder un centímetro de cultura musulmana, donde lo introspectivo se lleva muy bien con el suspense. Adam (magnífico Tawfeek Barhom), un joven pescador, es becado para estudiar en la universidad musulmana (Sunni) de El Cairo, que se prepara para la sucesión del Gran Imán (máxima jerarquía religiosa). Sin buscarlo, queda en el medio de la disputa por la sucesión y es manipulado por el coronel de la policía Ibrahim (enorme Fares Fares), las autoridades eclesiásticas y algunos otros altos funcionarios del gobierno. El resultado es una película donde el aprendizaje no proviene de las sagradas escrituras sino de la dura realidad. Ese pescador debe aprender a sobrevivir en medio de una gran tormenta política, donde lo que puede llover no es otra cosa que cadáveres. Gran pulso narrativo (la cámara consigue transmitir la angustia de los personajes en primerísimos planos), un guión para aprender mucho y grandes actuaciones, en un panorama donde lo difícil no solo es permanecer vivo sino también conservar la integridad moral y religiosa, dejando al descubierto la ética bipolar donde lo que se hace poco tiene que ver con sus enunciados éticos y religiosos que lo constituyen. La ovación que el realizador y el elenco recibieron al finalizar la función adelanta un gran premio para la misma.
EN EL NOMBRE DEL PADRE La película de Gugliotta me afecta en dos sentidos. El primero como trabajador, ya que que soy telefónico (mi padre también lo era) desde hace 39 años, tantos como de activista sindical tengo. Por eso no solo conozco los hechos que relata sino que fui uno entre miles que los protagonizamos. Como crítico de cine puedo decir que la película/documental de Sandra Gugliotta realiza una pesquisa en Francia tratando de vincular una serie de suicidios de trabajadores/as telefónicos con el proceso de privatización iniciado en 2006 de France Telecom en su paso a la actual Orange, un proceso que deja miles de trabajadores con muchos años de antigüedad sin empleo y sin un peso (no fueron indemnizados) y con pocas o nulas posibilidades de reinsertarse en el mercado laboral. Gugliotta realiza entrevistas a diferentes trabajadores, trabajadoras y familias que fueron profundamente afectadas por una política de acoso laboral que trataba a través de distintos métodos psicológicos conquistar militarmente la renuncia de 22.000 trabajadores sin otorgarle indemnización y lograr así un proceso de “reestructuraciónexitosa” como parte del proceso privatizador.(1) La parte francesa es un 60% del film, indicando que ese modus operandi de France Telecom tuvo su aprendizaje en nuestro proceso privatizador iniciado a principios de la década de los noventa durante el gobierno de Carlos Menem, quien comienza la enajenación de Entel, resistida por miles de trabajadores y trabajadoras telefónicas encuadrados en FOETRA, y que tuvo como consecuencia la asignación de la misma a dos prestadoras, una al sur de la avenida Rivadavia a cargo de Telefónica de España y su socio local Techint y la otra al norte de dicha avenida con la Stet Italiana, France Telecom y su socio local SADE (Perez Companc). Tanto la Stet como la France eran en ese momento propiedad del estado de cada país mencionado. Entre 16.000 y 20.000 trabajadores y trabajadoras fueron desvinculados mediante los mal llamados “retiros voluntarios” (de ahí que el “in” del título puesto entre paréntesis es sumamente apropiado) impulsados desde el cuartel general de cado uno de los directores de RRHH (uno es retratado en el film) de cada una de las empresas que mostraban las bondades de las sumas que se ofrecían por encima de una indemnización normal (financiada por préstamos internacionales ad hoc) y que para muchos era la única salida ya que los ex Entel eran (eramos) estigmatizados con los peores adjetivos que un trabajador pudiera tolerar. Este proceso (no debidamente estudiado) dejó como consecuencia trabajadoras y trabajadores con depresión, falta de autoestima, enfermedades psicosomáticas y a veces llegando al suicidio. Por eso la militancia gremial que se oponía a estas formas de proceder de las empresas las emparentaba con un genocidio laboral, esa misma militancia que en el año 1997 le quitaría en elecciones la conducción del gremio al oficialismo menemista que desde 1993 era un verdadero apéndice de los designios de las empresas y una agencia negociadora de esos retiros (in)voluntarios . Y acá llegamos al verdadero corazón del documental ya que entre esos trabajadores “retirados” que pone delante de la cámara esta el mismo padre de la directora, quien solo tiene unos segundos del film y no puede emitir palabra cuando su hija le pregunta por lo que vivió. La película tiene en su centro el dolor de una familia cuando un integrante pierde su futuro por cuestiones laborales. Eso que vivió la directora en su propia casa es lo que le permite tratar con mucha sensibilidad a todos los entrevistados, dejando la explicación a su propia voz en modo off y retratando a los entrevistados más por sus silencios, sus pausas y sus miradas que por sus relatos intervenidos por la angustia y el dolor, siendo el resultado algo muy parecido a la imagen de una fractura expuesta. Este es, en definitiva, un documental necesario que debería tener una segunda parte que muestre cómo los trabajadores aquí y allá del Atlántico se deshicieron de sus conducciones entreguistas y recuperaron los gremios para los trabajadores. En Francia fueron los gremios los que, a fines del año pasado, llevaron a juicio a toda la conducción de France Telecom. En Argentina desde 1997 se detuvieron los despidos masivos y la presión para aceptar los mal llamados retiros voluntarios. Quizás esta segunda parte no sea del interés de la directora; quizás este crítico y activista pueda fundirse para impulsar esa otra parte de la historia. Pero ese sería otro relato…. Estos primeros días del festival de cine MDQ vienen presentando algunas películas que transitan por los pasillos más oscuros de nuestra historia reciente. Retiros (in)voluntarios se suma a Esquirlas y las mil y una, que recomiendo sin dudarlo.
En el nombre del padre (II) Si con M (2007) Prividera filmaba su investigación sobre la desaparición de su madre Marta Sierra durante la última dictadura militar y con Tierra de los padres (2011), a través de la lectura de textos políticos en el cementerio de la Recoleta, intentaba exponer los discursos constitutivos de La nación y su historia, con Adiós a la memoria reflexiona sobre la memoria y las utopías tomando como símbolo al propio padre, quien sufre un deterioro cognitivo que le impide recordar ciertos hechos y personas de su pasado. Prividera intenta reconstruir a ese padre por medios de videos que lo muestran en distintos momentos familiares y personales, donde la voz en off de Nicolás va marcando su distancia (usa la tercera persona) y el uso de esas cintas mudas para un videoanálisis que va de lo personal a lo social, de lo filosófico a lo histórico. El film (dejo esta denominación genérica porque sería todo un debate indicar si es o no un documental) está compuesto por siete capítulos y un epilogo, y cada parte termina con un objeto en un fondo blanco como si detrás de ese objeto estuviera la nada misma. También a través de objetos (cámara incluida), en su film El (im)posible olvido (2016) Andrés Habegger realizaba una reconstrucción de un padre militante desaparecido y de una infancia robada por una feroz dictadura; pero en Adiós a la memoria, esos objetos están en un fondo blanco, son la ausencia de significados, son impotencia y vacio. Esa cámara que filma es el arma de la memoria, las imágenes son el residuo de un pasado que el padre no puede recordar pero es también un destino, una posta ya que la misma es cedida al hijo como parte (consciente o inconsciente) de su entrega al olvido. La cámara de Prividera es más la autopsia de una revolución que no fue que el instrumento para la insurrección que pudiera ser. El film recuerda tres grandes reclusiones, una ficticia y dos reales. El primero es del conde de Montecristo, el recordado personaje de Dumas que le pide a Dios, en su encierro, que le conserve la memoria; el otro es Antonio Gramsci, quien mientras vive en la prisión fascista escribe sus mejores textos políticos pero también le escribe a su esposa y sus hijos; y el ultimo es Louis Auguste Blanqui, uno de los ideólogos de la comuna de Paris (1871) que vivió gran parte de su vida encarcelado en Toulon sin perder la esperanza de un cambio político y social indispensable. En adiós a la memoria el encierro no es solamente físico sino principalmente mental y simbólico. Hay algo de la pérdida de la memoria del padre de Prividera que habla de nuestra historia; un país que no termina de elaborar su pasado a través del juicio y castigo a los responsables del genocidio está condenado a repetir su peor pesadilla, no ya por golpes militares sino por una política económica que sigue favoreciendo la concentración de las riquezas en una minoría privilegiada.
La inspiración y la pasión Portrait de la jeune fille en feu es la historia de amor que se desarrolla en el siglo XVIII entre una pintora (Marianne) y una joven aristocrática (Heloise) a la que debe hacer un retrato de matrimonio solicitado por su madre (Valeria Golino). En el retrato está toda la evolución del film, ya que al principio es un trabajo profesional que va evolucionando a medida que el vínculo de las dos se torna íntimo y pasional. A diferencia de El Retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde, Portrait de la jeune fille en feu de Céline Sciamma nos cuenta la historia del retrato de una joven que más que inmortalizar la juventud quiere atrapar la emoción y poner en evidencia el sentido del arte. Lo que sí remite al cuento de Wilde es la idea de que el arte inmortaliza un momento, que el arte puede permitirnos revivir una pasión y un recuerdo en épocas donde todavía no existía la fotografía. El arte cuenta con otro tiempo, que lejos del biológico, le permite trascender. Céline Sciamma propone varios debates sobre la motivación del artista y su verdadera inspiración, sobre la mujer y lo femenino, sobre el lugar de la mujer como lo bello para el artista masculino. Nada que sea objeto de estudio y retrato del arte puede permanecer quieto, callado, sin humanidad. Noémie Merlant en el personaje de Marianne, la pintora, y Adèle Haenel como Heloise, la joven aristócrata, destacan en un elenco reducido donde queda algo desdibujada la intérprete más famosa, Valeria Golino, quien no termina de ganarse un aprobado. Portrait de la jeune fille en feu es una película empática. Sorprende la capacidad de los actores y de la directora para contagiarnos esa pasión por el amor y por el arte. Somos Hamlet cuando siente que algo está podrido en Dinamarca, somos Dante cuando sigue a Virgilio a través del infierno en la Divina Comedia, y no dejamos de ser Marianne y Heloise para sentir que vivir apasionadamente es la única forma de vivir. Portrait de la jeune fille en feu es una gran sorpresa en un festival que tuvo pocas, y tiene bien muy bien ganado su premio al mejor guión del festival.
Isabel Perón entre el cielo y el infierno Luego del golpe militar del ‘55, Juan Domingo Perón no solo busco cómo sobrevivir sino también cómo seguir conduciendo, desde el exilio, al Movimiento Justicialista. Paraguay y Panamá fueron sus primeros lugares hasta llegar al definitivo, en Madrid, en la famosa residencia de Puerta de Hierro. En Panamá conoció a la bailarina María Estela Martínez y allí comienza este enigma llamado Isabelita. Ni los propios peronistas se ponen de acuerdo en dónde poner a Isabel: lejos de la mítica Eva y cerca del “brujo” López Rega, pero también siendo la enviada de Perón en los ‘60, en momentos en que Vandor proponía un “peronismo sin Perón”. También sufriendo varios años de encierro durante la última dictadura militar y con la vuelta de la democracia, su retorno desde España para reorganizar al peronismo en pleno gobierno de Alfonsín, para luego cerrar toda participación pública y marchar definitivamente a España. Julián Troksberg pretende responder al enigma que supone Isabelita y articula Una casa sin cortinas mediante los puntos de vista, técnica que usaron nada más y nada menos que Orson Welles en Citizen Kane y Kurosawa en Rashomon. Salvando las distancias, Troksberg intenta reconstruir ese enigma a través de testimonios de distintos actores políticos que la conocieron y estuvieron cerca de ella. Troksberg, en sus dos largos anteriores (Furia, las peleas de Carlos Monzón, del 2019, y Simón, hijo del pueblo, del 2013), ha encarado a personajes controversiales, víctimas y también victimarios, con la misma técnica: las entrevistas que construyen un concepto de ese famoso. En el primer caso, el violento y triunfal campeón del mundo de boxeo, y en el segundo, otro que usó la violencia como justicia social, el anarquista Simón Radowitzky. La pasión por las figuras controversiales no intentan un balance fácil sino poner todos los lados de este prisma que podríamos llamar PERSONA porque ninguna vida es lineal. Asimismo, ninguna película, por documentada que sea, puede abarcar y definir a ninguna persona, pero sí sirve para fijar coordenadas por medio de toda la información disponible para que cada espectador/a saque sus propias conclusiones. Isabel, ángel y/o demonio, víctima y/o victimario, sin duda ha quedado en la historia de los argentinos/as que tuvo protagonismo en nuestra historia, quizás en la historia “B” pero historia igual. Como diría Foucault, también los hombres y las mujeres infames construyen la historia.
Adiós al amigo Hans Hurch fue director de la Viennale (Festival Internacional de Cine de Viena) entre 1997 y 2017, donde pudo imponer un criterio de selección de films a contramano de los festivales tradicionales. Buscaba directores cuya estética supusiera desafíos formales en lo narrativo. Entre estos supo estar Gaston Solnicki, quien estrenó su ópera prima Süden en la Viennale 2008, hecho que le permitió conocer a Hurch y construir una relación personal y estética que solo se discontinuó por la muerte de Hurch el año pasado. Quien conozca la experiencia de vivir un festival de cine sabe que en él se construyen relaciones y vínculos, porque el amor al cine es una fuerte plataforma para futuras relaciones de amistad. De eso también deja constancia este film. Introduzione all’ oscuro es la historia de ese amor; de esa relación y su correspondiente duelo, desde un guion que funciona como una partitura de música (el título del film recrea el de la obra del compositor Salvatore Sciarrino, que por cierto aquí se escucha), libre y desordenada pero con una unión conceptual y emocional admirable. Esa es la propuesta, entonces. Viena, cine y música amasados por la mano de Solnicki y el fantasma de Hurch. Cartas, videos y grabaciones son los objetos personales que usa el director para componer esta sesión espiritista de 72 minutos. Introduzione… es la deriva de un amor perdido y a su vez es la búsqueda de una estética para mostrar la muerte. No hay nada más enigmático y doloroso que ver los registros audiovisuales de una persona amada que ya no está. Continuar los ritos del desaparecido, por ende, es una forma de mantenerlo vivo. Robar tazas del café Engländer y platos de otros restaurantes donde era habitué Hurch implican un tierno y tragicómico homenaje que busca exorcizar la muerte del otro (y la propia también). El film muestra añoranza frente a una era analógica extinta. Hans no tiene email sino que envía cartas que escribe a mano con su bolígrafo de tinta Pacific Blue. Esa nostalgia convive con el formato digital del film, lo cual no supone contradicción alguna. A la contrariedad el arte la reemplaza con yuxtaposición. Un viejo cantante nos decía “cuando un amigo se va, queda un espacio vacío”. Ese horror al vacío es el que usa Solnicki para seguir viviendo, para seguir haciendo cine. Freud solía decir que la muerte es como el sol, no podemos mirarlo de frente; y tal vez el cine, en vez de enfrentarla, la integre y la modifique. En el mundo del cine el muerto es reconstruido desde los fragmentos, las partes que encontramos. Como el viejo Frankenstein, lo que revivimos ya es otra cosa… es cine.
La Arqueología del conocimiento La búsqueda del conocimiento es un juego, es como una infancia eterna, es la fe en lo humano sin restricciones ni prevenciones. Imaginemos a Copérnico vislumbrando su entusiasmo al descubrir que lo que rota es la tierra alrededor del sol y no viceversa. O a Newton preguntándose y respondiéndose por qué caen los objetos y así sucesivamente podríamos imaginar a persona y equipos que nos trajeron valiosos aportes al conocimiento humano. Ese origen lúdico del saber está plasmado en la actividad que cuatro amigos y habitantes de Crespo (que se está transformando en uno de los pueblos más cinéfilos de la Argentina) en los barrancos de la provincia de Entre Ríos buscando los restos fósiles del tigre dientes de sable y el resultado es una gozosa experiencia donde el espectador es un amigo más de esos cuatro aprendices de paleontólogos que viven su búsqueda con comicidad, misterio y ternura. OLYMPUS DIGITAL CAMERA OLYMPUS DIGITAL CAMERA La nueva docuficción de Maximiliano Schonfeld fue filmada en paralelo a su otro film del año La Helada Negra estrenada en el Bafici de este año, ambas tiene un vínculo común: el misterio y la fe. Una parición ponía fin a la helada del título que asolaba los campos cercanos a Crespo y en La Siesta el Tigre es un emblema de aquello insondable que se busca siempre y que quizás nunca se encuentre. En ambas creer es el punto decisivo, la piedra basal de cualquier historia, de cualquier acto colectivo. Estos paleontólogos sui generis saben que lo que cuenta en la vida es su disfrute y mientras pasan sus horas leyendo los cortes transversales de los barrancos desde sus observatorios flotantes hechos de antiguas gomas de tractores viven el momento como único e irrepetibles, asados, chanzas y algunos disparatadas situaciones (como la aparición de un improvisado Papá Noel) y cantos desencantados que atraviesan la acústica natural de los Barrancos, hacen del hecho algo para recordar, algo para filmar . La siesta del tigre es una película sobre gente común en búsqueda de cosas extraordinarias, como jugar a la lotería o al Quini 6 para hacerse millonario o imaginar viajes exóticos y fotos en los periódicos científicos más prestigiosos con el fósil de marras, esos cuatro amigos pretenden salir del anonimato sin dejar de ser ellos mismos . La siesta del tigre nos describe a gente que no teme a las empresas más difíciles lo mismo que sus padres o abuelos hicieron cuando vinieron a esta tierra de promesas y de abundancia. La siesta del tigre vuelve a vincular, sin estridencias ni nombres rutilantes, lo lúdico a la producción del conocimiento sin importar los resultados. Como expresara Immanuel Kant lo único bueno sin restricciones en el ser humano es la buena voluntad. la siesta 1 Funciones: Todos los viernes de septiembre a las 21Hs Centro Cultural Recoleta, Junin 1930 Duración: 66 min Entradas: $50 – 2×1 para menores de 30 años Esta nota se publicó durante la proyección en el Festival de Mar del Plata 2016
Anunciada para el 16 de marzo, se estrena en Buennos Aires, Silencio la última película de Martin Scorsese. “El cristianismo en el cine” podría ser una unidad temática en un programa de estudios sobre cine y religión. Desde las películas aptas para fin de año y Semana Santa como Ben Hur, Los Diez mandamientos y El manto sagrado entre otras, más apegadas a la historia clásica y épica apoyándose en los nuevos avances técnicos como el technicolor y la espectacularidad visual del cinemascope de los 50’ y 60’ hasta las visiones más personales posteriores como El evangelio según San Mateo (Pier Paolo Pasolini, 1964), Yo te saludo, María (Jean Luc Godard, 1985), La última tentación de Cristo (Martin Scorsese, 1988) y Teniente corrupto (Abel Ferrara, 1992) entre otras. Martin Scorsese es uno de los directores cristianos más reconocidos y que han tratado la culpa y la redención en todos sus films como en su nueva obra Silencio, film que recupera la historia de los kakure kirishitan los cristianos japoneses que fueron torturados por las autoridades imperiales en el siglo XVII para desalentar un credo que resultaba explosivo en lo social. “Siento una gran admiración por su coraje y su convicción” expresó Scorsese durante la presentación del film en la misma Japón en Enero de este año, mensaje que abarcaba tanto a los nativos convertidos al cristianismo como a los pastores europeos que llegaban a estas tierras y sufrieron todo tipo de vejámenes. La película se basa en la novela homónima del escritor Shusaku Endo (1923-1996) publicada en 1966 y que también tuvo su versión japonesa en el cine dirigida por Masahiro Shinoda en 1971 con el nombre de Chinmoku que se puede ver en Youtube (https://www.youtube.com/watch?v=5imdEkxtvAQ)silencio3 Un joven jesuita portugués, Sebastián Rodríguez (Andrew Garfield) es enviado junto al padre Francisco Garupe (Adam Driver) a Japón para investigar el paradero del padre Cristóbal Ferreira (Liam Neeson) que dejo de tener contacto con la Iglesia y sobre el cual hay denuncia de su renuncia al credo (apostasía) luego de ser torturado y ver como mataban en horrendos suplicios a los fieles de su región. La película es una honda reflexión sobre las condiciones en que los humanos renuncian a sus más arraigadas convicciones donde el miedo al dolor físico y la culpa por los infortunios de los feligreses más débiles operan como poderosas razones. También es una reflexión teológica sobre la justicia divina en esta esfera terrestre, y ese silencio del título es el que Dios realiza mientras sus fieles son martirizados sin piedad: Dios no puede evitar ningún sufrimiento de los mortales, pero sí acompañarlos. Transversalmente es una referencia moral y política sobre la tortura como método de disciplinamiento producida desde un país cuyo máximo mandatario (Donald Trump) ha convalidado la práctica de la tortura, práctica que Obama nunca terminó de prohibir, como forma de extraer información militar sobre los planes del (inventado) enemigo musulmán. Es pertinente recordar que para la misma fecha de la historia de Silencio en Europa miles de personas eran procesadas bajo el yugo de la Inquisición Católica (Torquemada) llevando a la hoguera a pensadores como Giordano Bruno y haciendo retractar a cientos de científicos que, como Copérnico, mostraban que ciertos enunciados que la Biblia ofrecía como saberes eran solo charlatanería.silencio 1 Andrew Garfield se está convirtiendo en un gran actor. Desde sus inicios como el Peter Parker de la renovada historia de Marvel El Hombre Araña I y II pasando por el soldado que renuncia a portar armas en Hacksaw Ridge, la última y exitosa película de Mel Gibson, y muestra en Silencio su ascenso al componer al padre Ferreira que sufre en la duda de su fe, sobre un dios que no interviene ante los que aplican tormentos a sus fieles pero que aún así mantiene sus convicciones hasta el último de sus días bien acompañando por el gran profesional que es Liam Nesson en el rol del converso Ferreira y un Adam Driver (pronto lo veremos en Paterson de Jim Jarmusch) en un papel menor y bastante desdibujado. Scorsese vuelve a un relato complejo y de una alta densidad dramática como Taxi Driver, Toro Salvaje y Gangs of Nueva York donde Los protagonistas están dispuestos a matar o morir por sus convicciones. Con Silencio, Scorsese logra tal vez su obra más intimista y personal ya que en todo momento sus protagonistas dialogan con la conciencia del espectador moderno que como sus personajes buscan algo en que creer en este mundo sin fe. Con Silencio, Scorsese se aleja del vínculo con Leonardo Di Caprio (5 films), con quien logró el éxito comercial y profesional más duradero después del que sostuvo con Robert De Niro (6 films), y toma sus riesgos con otros jóvenes talentos como Andrew Garfield: Silencio es un verdadero acto de fe en sus convicciones estéticas, éticas y temáticas. Por los menos alguien que no defrauda en este mundo de principios poco estables….
EEUU ha tenido en sus historia cuatro magnicidios, pero en la memoria de la nación han dejado huella profunda dos: el asesinato de Lincoln, el líder que llevó adelante una guerra civil para abolir la esclavitud (e imponer un capitalismo industrial frente a la producción agrícola –latifundista), y el de John F. de Kennedy, asesinado en circunstancias oscuras y por móviles nunca aclarados. - Publicidad - Estos asesinatos, más el ataque a Pearl Harbour que decidió a Norteamérica a ingresar a la Segunda Guerra Mundial, y el atentado a las Torres Gemelas el 11 de setiembre del 2001 son de los grandes acontecimientos de la historia de EEUU y por qué no, de toda la humanidad.jackie x dos Jackie la última película de Pablo Larraín (conocida casi en paralelo con la controversial Neruda) se centra en la historia de la mujer símbolo del magnicidio, no sólo por ser esposa y primera dama sino también por ser la testigo directa de la agonía de su marido en ese angustioso raid en Dallas con un Kennedy con el cerebro destrozado por los disparos. Mostrar a Jacqueline Kennedy durante buena parte de la cinta paseando por la Casa Blanca con su vestido rosa manchado de la sangre es una forma de evidenciar la vulnerabilidad de un imperio, una mirada post 11S que el establishment mediático norteamericano prefiere ocultar. La cronista Jay Ledbetter del Film Inquiry, indica que “La película es un examen extremadamente oportuno de cómo el público ve a los ricos, famosos e influyentes como algo más allá de lo humano.” El asesinato de Kennedy fue tan masivamente shockeante porque fue el primero en ser televisado en vivo y en directo y esa conciencia del protocolo audiovisual que deben seguir las personas famosas tienen en Jacqueline Kennedy a una de sus pioneras.Jackie Jacqueline busca el espejo pero no por narcisismo, busca una forma de ser para otros ¿Cómo verse ante la tragedia? ¿Qué se espera de una primera dama ante la muerte de su marido, el presidente? La muerte como acto político y mediático, la muerte y la solejackie-1dad devastadora del poder, aún caliente el cuerpo de John F. ya se piensa en la sucesión. Los mecanismos del poder como los mecanismos del espectáculo se homologan: el show debe continuar. Su imagen pública es su obsesión no sólo cuando corrige y censura las notas del periodista (Bill Cudrup), escena que se impone como el presente de la filmación, sino también cómo organiza el funeral para colocar a su marido a la altura de un estadista como Lincoln. Si bien la presencia de Darren Aronofski es a titulo de productor, se nota su influencia en el tono del film (un registro emocional y directo, inusual en Larrain) y en la actuación de Natalie Portman que recuerda mucho a la intensidad de esa bailarina del film El Cisne Negro. Jackie2 Portman es brillante, encarna una Jackie que puede a travesar el horror sin un grito, sin estallar en llanto o angustia y a la vez mostrar que todo está soterrado, reprimido. Su rostro es el símbolo de la desolación en primerísimos planos que ocupan gran parte del metraje. Como ya sabemos el film no ha ganado ningún galardón en la noche de los #oscar2017 pero además de Portman es remarcable tanto el vestuario (nominada), iluminación, diseño de producción y la música de Mica Levi (también nominado) que es bellamente apropiada para ese registro del film que oscila entre lo dramático, lo solemne y lo sobrenatural. Jackie nos muestra una ventana al abismo del dolor, del duelo como infierno visto por el otro, donde ni siquiera la familia, los amigos o los hijos nos salvan de la desolación ante la muerte.Jackie in the dining room, recording the documentary film A Tour of the White House, broadcast on CBS in February 1962. Jackie creía en el mito artúrico de la utópica Camelot creyendo que el mandato de su marido la convertía en la era dorada de la democracia norteamericana por eso quiso convertir a Kennedy en un mito, que tras su asesinato clausure cualquier posibilidad de grandeza ética para los EEUU. La actualidad del país del norte muestra que no estaba lejos de la verdad.
Manchester By the Sea es una historia de seres rotos, irremediablemente partidos, destrozados, sin fe, sin destino. Lee (Casey Affleck), un oscuro y timorato conserje en Boston se anoticia de que su hermano, el pescador Joe (Kyle Chandler) muere, y debe volver a su pueblo natal para reconocer el cadáver y estar en conocimiento de los deseos de su hermano para que sea tutor legal de su sobrino (Lucas Hedges). - Publicidad - casey Para Lee regresar es regresar a una tragedia, la propia, la de una familia que perdió dramáticamente por su culpa donde la sola presencia de su ex esposa Randi (Michelle Williams) le vuelve a recordar todo el tormento que lleva dentro suyo vaya a donde vaya. En su libro Tragedia moderna Raymond Williams (1921-1988), el autor busca conectar las distintas concepciones de la tragedia dentro de la literatura con lo que podemos llamar la “experiencia trágica” esa forma de percibir y valorar las situaciones dramáticas que vive un individuo/comuidad. Manchester By the Sea tiene a la experiencia trágica en el centro de la historia ya que narra la forma moderna de transitar la desdicha. Lee tiene a la extrema soledad y el más crudo aislamiento como forma moderna e individual del escarnio ético.250px-Raymond_Williams_At_Saffron_Walden En el límite de la verosimilitud, Manchester by the Sea pone en foco a personas al borde de la vida, que no pueden suicidarse y tampoco consiguen un motivo para seguir viviendo. Lee no sabe porque sigue respirando pero lo hace como un náufrago que busca en el horizonte algo por lo cual seguir viviendo. Excelentes actuaciones principalmente de Affleck como Lee y el debutante Hedges que encarna a un sobrino / hijo que debe soportar el duelo por su padre, alejado de una madre ex alcohólica convertida a evangelista y con la imposibilidad de su tío para hacerse cargo de su custodia. 30-hedges-manchester.w600.h600Una narración inteligentemente urdida entre el pasado y el presente de Lee a través de flashbacks muy bien dosificados que permiten conocer los porque de ese hombre triste, autodestructivo y totalmente desorientado. Manchester by the Sea es un film de una sutil complejidad y un estudio psicológico raro de una vida sin sentido, como una forma no cosmética de una historia de zombis. Manchester by the Sea es una narración que en In media res nos expone como el sujeto puede (sobre) vivir en total ruptura con un sentido básico de vida. Manchester by the Sea es el tercer largometraje de Kenneth Lonergan después de You Can Count on Me (2000) y Margaret (2011) y que se iniciara en el cine como guionista de varios films como Analize This (1999), la tremenda Gangs of New York (2002) y la flojísima Analize That (2002). lonnergan Manchester by the Sea ha sido nominada con un total de seis Oscar, incluyendo rubros principales como mejor película, mejor director, mejor actriz, actor de reparto y mejor actor principal. Primera mención de premios para Amazon Estudios, plataforma digital que muestra el vigor de las nuevas formas de distribución y producción de films.