Al igual que muchos documentales de corte intimista, Silvia tiene el desafío de que los materiales y la visión que la recorren -que, en este caso, son extremadamente personales- resulten interesantes puertas afuera. La propuesta de María Silvia Esteve cumple con ese cometido y logra que el espectador ajeno se zambulla en esa historia que comienza con los festejos de un casamiento para dar lugar a una complejidad interpeladora.