No tiene el encanto y la sorpresa de la primera, pero eso no significa que no mantenga otros atractivos, a pesar de la reiteración estética y de que sus historias son desparejas. Solo dos son buenas. Eva Green es toda seducción y Jessica Alba se suelta. Mickey Rourke, con toneladas de maquillaje, y Josh Brolin no se quedan atrás en darle carnadura a sus personajes.