Una mujer para matar o morir
Robert Rodriguez y Frank Miller vuelven a juntar fuerzas para Sin City 2: una mujer para matar o morir, secuela del aclamado filme de culto del 2005, basado en las novelas gráficas de Miller, que rompió los esquemas de los límites de la estética noir para películas hollywoodenses, aunque, esta vez, el resultado no llegó a superar las expectativas plantadas por su predecesora.
Luego de nueve años desde el éxito de Sin City, Rodriguez y Miller logran de nuevo unificar el atractivo de la novela gráfica con los elementos de un verdadero filme de acción. La película retoma la historia de algunos personajes que conocimos en la primera parte, como los interpretados por Mickey Rourke y Jessica Alba, y presenta flamantes nuevas historias protagonizadas por Eva Green, Josh Brolin y Joseph Gordon-Levitt.
Con un espectacular elenco de personajes secundarios que reúne a actores como Rosario Dawson, Bruce Willis, Ray Liotta, Christopher Lloyd, Jamie King y Jeremy Piven, uno hubiera esperado algo mejor del dúo de cineastas, especialmente teniendo en cuenta el gran material de base -las historias de Miller- y el talento cinematográfico de Rodriguez, director de From Dusk Till Dawn (guionada por Tarantino) y Planet Terror.
El filme une cuatro historias diferentes. Sigue a Dwight (Josh Brolin), un hombre que es perseguido por la única mujer que ha amado, Ava Lord (Eva Green), y a Nancy (Jessica Alba), luego del suicidio de Hartigan (Bruce Willis), que debe enfrentarse con su recuerdo. Johnny (Joseph Gordon-Levitt), un jugador arrogante, descubrirá que todo puede salir mal de un momento a otro, mientras que Marv (Mickey Rourke) demuestra que sigue siendo tan amenazante como siempre.
Los que disfrutaron de Sin City, sin duda apreciarán está secuela, desde su estética –cada cuadro es una obra de arte digital-, hasta los elementos en los que apoyó Miller su comic: la seducción de una femme fatal irresistible, encarnada por la inigualable Eva Green, la violencia heredada de Tarantino, y la reinterpretación del género noir.
Sin embargo, nada de esto es suficiente para que Sin City 2: una mujer para matar o morir logre alcanzar la genialidad de su predecesora, y la atracción no llega a ser capaz de compensar por la falta de substancia de una maravilla visual vacía de sentido y originalidad en su narrativa.