Sin control

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Una venganza ultraviolenta

Siguiendo la tendencia de películas de acción de los años setenta como El Vengador Anónimo o la más reciente El justiciero, que protagonizó Denzel Washington, Sin Control encuentra a Keanu Reeves en la piel de John Wick, un peligroso ex mafioso que se ve obligado a volver al ruedo cuando destruyen todo lo que tiene.

La ópera prima de Chad Stahelski (junto al director no acreditado David Leitch) no se destacará seguramente por sus diálogos pero sí por el clima vertiginoso que termina involucrando al espectador.

En Sin control ocurre algo similar a lo visto en Búsqueda implacable: un hombre empujado a volver, por motivos diversos, al ojo de la tormenta. La trama tiene como intención generar una catarata de adrenalina en el público y lo consigue gracias a su impactante y ultraviolenta sucesión se escenas en las que Wick dispara contra aquellos que destruyeron su vida (la secuencia de la disco resulta exagerada pero eficaz), le robaron su auto de colección y lo más preciado que tenía luego de la muerte de su esposa.

Entre los actores aparece Alfie Allen como un villano torpe, Michael Nyqvist, un padre poderoso y exasperante; Willem Dafoe en el rol de un viejo compañero que aparece en el momento oportuno y un siempre convincente John Leguizamo (visto en Chef: la receta de la felicidad).

Con disparos por doquier y enemigos rusos que el relato coloca en primer plano, el film muestra también como cambian a lo largo de los años los grupos antagonistas en las nuevas producciones made ine Hollywood. Y la acción sigue.