En Sin escape un matrimonio con sus dos hijas llegan a un país de Asia con la idea de cambiar de vida. Pero lo que parecía una estancia agradable en un país exótico se transforma en una pesadilla cuando tras un golpe de estado deben escapar al descubrir que todos los extranjeros están siendo ejecutados. Owen Wilson se aleja una vez más de la comedia como hiciera en Detrás de la líneas enemigas para encarnar a un padre de familia en este thriller de acción y suspenso rodado con una cámara nerviosa de estilo documental que intenta generar cierto aire de realidad. Pese a esto, el guión es predecible, y algunos personajes pocos creíbles, como el encarnado por Pierce Brosnam, un irrompible héroe de acción sexagenario que se transformara en el pasaporte de salida para los gringos asustados.
Con algunos momentos de tensión logrados, bastantes escenas de salvajismo injustificado y extremada violencia, la película resultara un entretenimiento trepidante para los amantes de la acción pochoclera.