Los hermanos Dowdle vuelven a la acción, en este caso con Sin Escape. Un film que nos cuenta la historia de una familia que se muda al otro lado del mundo, sudeste de Asia, por un reacomodamiento laboral del padre (Owen Wilson). Como bien dice la portada, "llegaron al lugar equivocado en el momento incorrecto", será un nuevo comienzo para la familia Dwyer pero no del modo en que esperaban ya que un golpe de estado es desatado en el país y sus vidas corren peligro. Una historia muy bien plasmada y que refleja un duro mensaje político hacia Estados Unidos.
Sin Escape es un film que no nos permite ni acomodarnos en la butaca que ya la acción se hace presente, acción que prácticamente dura toda la película. Ahora bien, la acción prevalece constantemente pero se ve acompañada del recurso de la comedia, como era de esperarse al estar Owen Wilson, manifestándose desde el plano del guion teniendo los protagonistas asiduamente frases que nos hacen salir de esa posición rígida frente a la pantalla y soltarnos varias carcajadas.
Como si de los corredores de Maze Runner se tratara, la familia se la pasara escapando de los rebeldes con el fin de sobrevivir y haciendo lo que fuese necesario para que esto se cumpla, y digo lo que fuese necesario porque en el film tenemos varias escenas increíbles que realmente nos ponen los pelos de punta, cosa que logra el objetivo de conectar al publico con los protagonistas y lo que pase con ellos.
Con respecto a los protagonistas y solventando la duda que seguramente tienen, Owen Wilson cumple como nos tiene acostumbrados. Familiarizados a verlo en películas donde su papel es enteramente cómico, el ver a Owen conducirse en algo totalmente diferente podía generar dudas en cuanto a su desempeño, que por suerte salio a relucir nuevamente y no defrauda, dejando notado el gran actor que es y que si lo llaman a las armas, también dice presente. El resto de la familia cumple una buena actuación, al igual que Pierce Brosnan que lamentablemente no aparece mucho en el film, sino más en momentos clave cumpliendo la función de un comodín, si de cartas habláramos.
Desde un aspecto técnico, Sin Escape se apoya en una banda sonora principalmente instrumental que cumple en profundizar el sentimiento de dramatismo o acción cuando estos son necesarios. Las escenas también son correctas, utilizando frecuentemente el recurso de la cámara lenta. Una de las pocas críticas que se le puede encontrar a esta producción es la realización de efectos especiales, como las explosiones o el fuego que realmente no parecen muy reales, además de varios detalles relacionados con la destrucción de los escenarios.