Ya no me callo más
Sin filtros es una comedia española dirigida y co-escrita por Santiago Segura, reconocido por la saga de Torrente. La película funciona como remake de la producción chilena homónima de Nicolás López, que fue estrenada en 2016 y se convirtió en todo un éxito en su país, sacando a Star Wars del primer lugar de la taquilla durante su primera semana de estreno. El reparto está compuesto por Maribel Verdú (Lola en El faro de las orcas), Rafael Spregelburd (Abzurdah, Perdida), Toni Acosta, Daniel Medina, Diego Martín, Bárbara Santa-Cruz, David Guapo, Cristina Pedroche y Cristina Castaño.
Paz (Maribel Verdú), una mujer de 39 años, está en un momento de su vida en el que su entorno la exaspera: su marido Dante (Rafael Spregelburd) ronca, se dedica a pintar cuadros aunque no le va bien y ni se molesta en realizar las compras o abrirle la puerta al técnico del Internet; Tolouse (Daniel Medina), su hijastro, es un maleducado que no la respeta; su hermana Bea (Toni Acosta), una fanática de los gatos, y su mejor amiga (Cristina Castaño) les hablan de sus problemas y sin embargo cuando Paz quiere contarles cómo se siente ellas no le prestan ni la mínima atención; el jefe (David Guapo) de la agencia publicitaria para la cual trabaja decide reemplazarla por Alicia (Cristina Pedroche), una joven superficial con millones de seguidores en Instagram. Harta de sentirse invisible para los demás, Paz decide ir a ver a Amil Narayan (Santiago Segura), un “sanador” hindú que vio por la televisión. El hombre le receta una poción que la ayudará a relajarse y le advierte que debe tomarla en pequeñas dosis. Paz no sigue las reglas, por lo que desde que la ingiere se convertirá en una mujer que expresará sus enojos, disgustos y molestias.
Nos encontramos ante una comedia feminista ultra divertida gracias a su guion y la fresca actuación protagónica de Maribel Verdú. La actriz logra empatizar con el espectador ya que uno puede sentirse identificado con alguna de las diversas cosas que le suceden. Paz es una mujer que siempre, ante lo que estaba en desacuerdo, prefirió callarse a alzar la voz e iniciar una discusión. Luego de tomar la pócima ella no puede evitar decir lo que piensa, lo que la lleva a sacarse un peso de encima, liberación que también se logra transmitir hacia fuera de la pantalla.
Varios son los personajes secundarios que aumentan cada vez más el estrés de Paz. Con la ordenada aparición de éstos, Santiago Segura logra dejar varias críticas a nuestra forma de vivir en la actualidad: el estar siempre apurado, sin que alcance el tiempo, las desventajas de las redes sociales, donde se es relevante cuantos más “me gusta” y seguidores se acumulan, los insultos en la vía pública, el abuso de poder que existe en el ámbito laboral, el poco respeto que existe entre los vecinos, etc. Gracias a situaciones así no se pierde el interés durante la hora y media de duración.
Párrafo aparte para un giro buenísimo que se da sobre la segunda mitad del film, el cual recuerda a algo que le sucede a Ron Weasley en Harry Potter y el misterio del príncipe (Harry Potter and the Half-Blood Prince, 2009). Además, el desenlace se aleja de todo tipo de clichés, dejando un gran mensaje sobre la independencia de la mujer.
Aunque algunas escenas presentan fallas, en especial la de un gato que se nota demasiado que no es real, Sin filtros entretiene y es la mejor opción si buscás una película sencilla para dejarte llevar.