La vida secreta de las palabras
Esta producción, segunda versión del homónimo chileno del año 2016, dirigido por Nicolás López), cuenta en su haber como guionistas a un dúo formado por Marta Gonzalez de Vega y Benigno Lopez, al que se sumo Santiago Segura, el director de esta versión, para realizar un traslado del personaje central a la idiosincrasia de la realidad cotidiana y cultural de España.
Si algo sobrevuela por encima de la media, y posiblemente el gran logro del realizador, es la idea de transitar por el fino filo que divide la comedia simple con el grotesco de la manera más sutil posible. En esta variable es en la que se va desarrollando el relato que se sustenta a partir de personajes secundarios, algunos rayanos en la sátira más clásica como Amil Narayan (Santiago Segura), un curandero oriental fariseo pocas veces visto, más falso que un billete de 3 dolares, o esa hermana amante de su gato por imposibilidades afectivas.
En línea paralela a aquellos, otros personajes nos circundan a diario de manera patética, algunos viejos conocidos, los hijos de papá inútiles por definición que heredaron la empresa, Borja (David Guapo) al que encontramos como jefe de nuestra heroína. Alicia (Cristina Pedroche), una jovencita veinteañera, toda una "influencer", como se le llama ahora, con menos formación intelectual que Forrest Gump. y que pasa a ser su supervisora A ellos se le suman Dante (Rafael Spregelburd) como la pareja de nuestra heroína, un supuesto artista plástico que se cree él mismo un innovador genial, o el hijo adolescente de éste, a la deriva por la crisis de los adultos, además de otros personajes tan patéticos como ridículos, el vecino "pendeviejo, o la amiga, todo un icono del nuevo síndrome, la "celulopatia", sumado a un psicoanalista poco profesional. Nada queda en nuestra realidad cotidiana sin ser vapuleado por la mirada critica y cínica del director, siempre afecto a lo políticamente incorrecto.
Todos unidos por nuestra heroína, Paz (Maribel Verdu), una publicista de 39 años de edad, y casi con la mitad de esos años trabajando en la empresa aguantando todo tipo de abusos por parte del jefe, ninguneo de parte de su pareja, maltratos de su supuesto hijastro, siempre callando pues no es afecta a la violencia hasta que un día explota de la manera menos saludable, una especie de ataque de pánico que casi la paraliza.
Sin soluciones posibles a la vista termina por recurrir a Amil Narayan, conocido por su programa de TV, éste le da un elixir que hará de Paz una versión femenina de Fletcher Reede, el personaje de Jim Carrey en "Mentiroso, mentiroso" (1997) con agregados, no sólo dirá la verdad, sino que no tendrá barreras sociales y/o morales.
Todos los rubros técnicos son de muy buena factura, empezando por el diseño de sonido, incluyendo la banda sonora, la dirección de arte y la fotografía como impulsadora del mismo, pasando por un guión muy inteligente, si bien hay demasiado de repetición con su original chileno en este rubro la magia está en las elecciones de los planos y el tipo de montaje, más cercano a la comedia ligera que a la dramática u romántica.
A la construcción del relato se le debe sumar todas y cada una de las actuaciones, deslumbrando claro, la genial interpretación de Maribel Verdu, lo que hace mucho dejo de ser sorpresa.
Lo que si deparo en sorpresa fue la ubicuidad de Santiago Segura, primero para el traslado desde sus cuatro filmes anteriores, centrados en un personaje machista y retrogrado, para realizar una radiografía del mundo femenino sin caer en estereotipos machistas, casi funcionando en homenaje a ellas, sin juzgar a ningún personaje, es más, casi que los trata con clemencia.
En síntesis, un filme que lleva a la risa pero deja pensando, con un final para nada condescendiente, aunque sí esperable.
Como nota de color hay una tercera versión mejicana de la misma cinta, no se asombre si antes de fin de año se estrena la versión hollywoodense. Anticipese y vea esta.
(*) Realizada en el 2005 por Isabel Coixet.