Aclaración Pertinente. Esta película española, cuyo títulos original es Sin Rodeos, es la remake de un título chileno llamado Sin filtros, la cual pueden ver en Netflix. Próximamente se estrenará su correspondiente versión argentina con el nombre de Re loca, y está protagonizada por la actriz uruguaya Natalia Oreiro. Tanto en México como en Panamá ya estrenaron sus propias versiones.
Un caso extraño se da con esta nueva producción del director Santiago Segura ya que originalmente se llamaba Sin rodeos pero, tal vez, para ser vendida al mercado nacional, se le cambio el título a Sin Filtros, o sea el título de la primera versión. Sea como sea el resultado es igual de mediocre. Esperemos que la versión argentina sea buena y supere el nivel, por el tráiler ya casi se puede confirmar que así será.
¿Y porque es mediocre esta nueva remake? Santiago Segura, quien dirigió la excelente saga de Torrente, no hace nada para volver interesante a esta propuesta. Es el famoso caso de una película hecha en “piloto automático”. No se trata de pedirle al director que despliegue su humor políticamente incorrecto, pero sí que logre alguna risa, algun tipo de gag de buena comedia, pero NO, el guión no ofrece novedad alguna, sólo desarrolla sin humor la tagline “¿A quien pondrias en su sitio?”. Lo mismo ocurre en el plano visual, su puesta en escena termina siendo más televisiva que cinematográfica. No hay riesgo, ni nada similar a la hora de afrontar el aspecto más importante de una película.
Esta desidia termina afectando a los actores, la mayoría desaprovechados, a excepción de su protagonista, la gran Maribel Verdú, pero sus esfuerzos son en vano ya que el grupo no ayuda y no aporta nada. Tal vez esté siendo muy duro e incluso injusto con una película sincera. Sin Filtro se puede ver y puede hasta parecer divertida pero sólo en apariencias. Viendo las versiones anteriores, incluso la original, que no han logrado ser buenas, uno se pregunta cómo puede ser que una película así se haya vendido a todo el mercado, incluso el norteamericano. Y tambien uno se cuestiona cómo un director tan talentoso como Segura se implicó en una historia que no tiene nada que ofrecerle a su estilo de humor, salvo un suculento cheque creemos.
Tal vez alguna de las otras versiones termine, por lo menos, escapando de lo simplona que es su primera versión. El gancho de “mujer que no caya nada, pero NADA” no ayuda. Esperemos que Re loca si lo logre, sobre todo por el timing cómico que tiene su actriz principal, Natalia Oreiro.