Todo gira en torno a Paz (Maribel Verdú, sublime su actuación, llena de matices), una mujer de unos 39 años en plena crisis profesional, social y en su vida cotidiana, que trabaja en una Agencia de Publicidad, no es reconocida y su jefe Borja (David Guapo), la quiere reemplazar por una empleada más joven, una experta en las redes sociales, una youtuber de nombre Alicia (Cristina Pedroche). Paz vive en pareja con un artista fracasado que se hace llamar Dante (Rafael Spregelburd), éste tiene un hijo, Tolouse (Daniel Medina) bastante grosero, de las tareas de su casa es la única que se ocupa y es quien sustenta el hogar. Tiene una hija un poco más joven que es fanática de los gatos y cuyo nombre es Bea (Toni Acosta) y su mejor amiga es Vanessa (Cristina Castaño), ninguna de las dos le prestan atención. Tiene conflictos con el técnico de internet, su vecino,que todas las noches realiza fiestas y aturde con su música, entre otras situaciones.
Pero a ella se le cruza una especie de gurú, Amil Narayan (Santiago Segura, un personaje secundario que logra una buena composición) un mago que le enseña a ver otras cosas de la vida, que la liberación esta dentro y que debe sacar su diablo interior.
Su narración muestra a ciertas personas asfixiadas por no decirle a los otros lo que piensan y sienten y esta mujer está a punto del colapso por reprimir tanto sus frustraciones. Se plantea una crítica a las redes sociales, la dependencia a los teléfonos móviles, al capitalismo, a una sociedad que se acelera para ir rápido a ninguna parte, entre otras situaciones.
Una comedia donde dentro de la diversión, esta la reflexión, la crisis de los 40, seres que se olvidan de los valores y dejan atraparse por la sociedad moderna. Propone que las personas se liberen sin rodeos, haciendo lo que piensan y sienten. Esta es la remake de la película chilena “Sin Filtro” (2016), dirigida y escrita por Nicolás López.