Éxtasis 3.0
Limitless es la última producción de Neil Burger, conocido por haber dirigido una película que ya se puede decir es un clásico como "El Ilusionista", con Edward Norton en el rol protagónico. En esta ocasión trae una historia con una premisa tan absurda como increíblemente afrodisíaca, en la cual Eddie (Bradley Cooper), un escritor fracasado y sin ganas de vivir se encuentra por accidente con un ex cuñado, un tipo de la noche que trafica drogas y de malas juntas que le ofrecerá una pastilla que le hará vivir lo mejor y lo peor de su vida. ¿Una pastilla que te hace increíblemente inteligente? Así es, ese es el planteo de un thriller que logra superar una idea que resulta a 1ra vista irracional e infantil, para poner en pantalla buen entretenimiento.
Acompañan el protagonista y estrella ascendente Bradley Cooper, la Sweet Pea de Sucker Punch Abbie Cornish, como la ex novia de Eddie, y para completar el trío, Robert De Niro, que por estos días se le anima a todo tipo de género que ofrezca el séptimo arte, en esta ocasión interpretando a un magnate de los negocios que contratará a Eddie para acrecentar sus arcas. Como se imaginarán, las cosas no resultan tan bien para el protagonista, que deberá luchar contra los efectos secundarios de la droga y contra el tiempo, para buscar la manera de cumplir con todos los compromisos que se le encomendaron y salir con vida.
Creo que de manera creativa se plantea un film entretenido, con muy buen ritmo y que trabaja una cuestión muy atractiva para las personas como el poder de hacer todo lo que deseemos sin esforzarnos demasiado para conseguirlo... ¿A quien no le gustaría poder aprender un idioma en un par de días? ¿o leerse 4 o 5 libros por día sin el más mínimo esfuerzo? ¿Saber que decirle a una chica en el momento adecuado?. Todo eso y más en 105 minutos que están concebidos para entretener sin tener que poner mucho análisis o reflexión. Resalta la labor de Cooper en el rol protagónico, mientras que la de De Niro pasa media desapercibida, al igual que la de Cornish.
Otra película que sin ser extraordinaria, cumple con su objetivo, que no es ni más ni menos que hacer pasar un buen rato al espectador, descomprimiendo el cerebro y brindando algunas escenas de acción y suspenso que nos hagan olvidar un ratito de la vida cotidiana, y podamos ser ese tipo que en un abrir y cerrar de ojos sabe hablar Italiano o pelear Kung Fu como Neo en Matrix, que con una enchufada de cable en la cabeza aprendía las técnicas de pelea más mortíferas que existen.
Disfrutable y vertiginosa.