Sorprendente y costosa producción (250 millones de dólares) para la despedida del James Bond que interpretó Daniel Craig en cinco oportunidades. Después de "Casino Royale", "Quantum of Solace", "Skyfall" y "Spectre" llega después de más de un año de demora ,"Sin Tiempo para Morir" ("No Time to Die") El elenco es multiestelar y lo integran Lea Seydoux ( Madeleine Swann), Christoph Waltz, (Ernst Stavro Blofeld) demostrando una vez más más que no hay roles chicos cuando se es un actor enorme, Naomie Harris, (Miss Moneypenny), Nomi, la nueva agente (Lashana Lynch), Ana De Armas (Agente Paloma), Ralph Fiennes, (M) Ben Wishaw (Q), Jeffrey Wright (Félix Leiter) y Rami Malek (Lyutsifer Safin). La historia retrocede con la pequeña Maddie y su madre al sufrir el ataque de un intruso en su casa en ausencia de su padre. A partir de allí la película salta en el tiempo para mostrar el retiro anticipado de James Bond y su mujer Madeleine en Italia intentando disfrutar de su amor lo máximo posible. El descanso es interrumpido cuando Bond intenta dejar atrás el pasado y sufre una emboscada que deviene en una persecución apasionante. A eso se suma que el científico Waldo Obruchev (David Dencik) es secuestrado y desaparece de su laboratorio un virus peligroso. Su amigo de la CIA, Leiter pide su colaboración para rescatarlo y Bond deberá lidiar con varios villanos, el encarcelado Blofeld, y Lyutsifer Safin. No conviene decir más, ni siquiera recomiendo ver el tráiler, para así dejarse sorprender y entregarse a 2 horas y 40 minutos de pura acción en espectaculares escenarios en este capítulo número veinticinco de una de las sagas más famosas de la historia del cine, dirigido por primera vez por Cary Joji Fukunaga, en reemplazo de Danny Boyle, quien abandonó el proyecto por diferencias artísticas. Sin dudas la entrega más emotiva y conmovedora hasta ahora.