Érase una vez en América
Este primer filme de ficción encarado por la pareja de documentalistas Virna Molina y Ernesto Ardito, responsables entre otros de “Raymundo” (2003), toma como punto de partida la novela homónima de la escritora Gaby Miek, quien asimismo se inspiro en hechos reales.
Los realizadores, también responsables de la traslación al guión cinematográfico, han construido un filme que más allá de sus virtudes, que le sobran, y a pesar de algunos pequeños deslices, se muestra como necesario.
Esto no se podría decir si el mismo fuese un cúmulo de errores, ya que si una producción que se intenta instalar desde el discurso falla en la construcción del relato el alegato quedaría desdibujado.
La mayor parte de la historia se desarrolla en el Colegio Nacional de Buenos Aires, toda una insignia de la educación en Argentina, que juntamente con el Colegio Superior de Comercio Carlo Pellegrini son los únicos colegios públicos que responden a la Universidad de Buenos Aires.
Transcurren los años ‘70, la política es parte de la vida cotidiana, la militancia partidaria era tan importante como el transito que va de la niñez a la adultez atravesando la adolescencia. La ideas de libertad flotaban en el aire, no eran impuestas por ningún poder de turno, pensar era la practica, discernir un acto, se podía.
Todo enrolado en el relato inmerso en la relación de amistad de dos niñas, Ana e Isa, inseparables ellas, van a vivenciar todo juntas, confidentes en todo, la música, el primer amor, el conocimiento, los ideales, hasta la violencia de Estado.
El filme es un calido homenaje a esa forma de ser adolescente que ya no retorno nunca, de construcción clásica y sostenida principalmente por las actuaciones de actores reconocidos, encabezados por Vera Fogwill, Sergio Boris, Manuel Vicente y Rodrigo Noya, sumados un grupo de actores noveles que cumplen con creces, en los que se intuye la mano de los directores para logarlo.
Un buen guión, salvo algunos diálogos que se denotan forzados y hasta poco creíbles, buena recreación de época, ajustada elección de los planos para dar cuenta del tiempo en que se desarrollan las acciones.
Sobresale asimismo la elección musical de la banda de sonido en función de todo tipo, empática cuando se necesita, narrativa en otros.
La realización obtuvo el Premio de la Crítica en el Festival Internacional de Cine de Moscú, en junio de este año, y Mejor Película y Mejor Fotografía, en la Competencia Internacional del Festival de Cine de Gramado, Brasil
Lo peor que le puede pasar a una sociedad es el ejercicio de la amnesia, ya lo establece así la historia la humanidad, razón de la importancia de este filme para que no nos suceda.