Con una premisa tan simple como atractiva, lo nuevo de Ilumination Entertainment sitúa a la música como una más de sus protagonistas.
En un mundo habitado por animales, el oso koala Buster Moon regenta un teatro venido a menos. Su sueño hecho realidad, gracias al esfuerzo de su papá, está a punto de desmoronarse. Las deudas cada vez son más altas y el banco apremia por la hipoteca del preciado edificio.
Es en este marco que a Buster se le ocurrirá la genial idea de realizar un concurso de canto para levantar su teatro. Así efectuará una audición en la cual quedará elegido un grupo conformado por talentosos animalitos: un gorila adolescente que sueña con cantar, una cerda madre de familia con mucho swing, una tímida elefantita con una voz apabullante, una puercoespín rockera y un pequeño —y altanero— ratón que canta como Frank Sinatra.
A pesar de que el grupo deberá atravesar muchas vicisitudes, trabajando codo a codo logrará salir adelante una y otra vez. Sing: Ven y canta es una comedia con personajes encantadores, de una gran luminosidad. Una comedia que no da respiro, el ritmo vertiginoso de las acciones funciona como una sucesión de sonidos que conforman una melodía.
Son tan próximas a nuestra cotidianidad las emociones que atraviesan los personajes, que la identificación es inmediata. Ellos sueñan, tienen ambiciones, quieren pertenecer, convertirse en alguien y también se asombran al descubrir de lo que son capaces.
Sing: Ven y canta es un film inyectado de vitalidad que coloca a la música como protagonista fundamental y logra que la narración gire en torno a ella de manera coral, dado que los personajes —a pesar de ser muchos— nunca quedan descuidados, se adecúan con total armonía a lo que propone el relato.
Prendado de una energía contagiosa, más de un espectador saldrá de la sala tarareando el tema Shake It Off de Taylor Swift o Bad Romance de Lady Gaga. Tampoco faltará el nostálgico que se transporte a la luna a través de la voz de Seth Macfarlane interpretando al gran Frank Sinatra.