“Sinister 2”: aun por debajo del nivel del ya mediocre original
En el film anterior, Ethan Hawke era un experto en lo sobrenatural que llevaba a toda su familia a vivir a una casa donde se habían cometido varios asesinatos. En el altillo encontraba una colección de films súper 8 que registraban los crímenes y que, además, tenían una cualidad sobrenatural. Por supuesto, todo terminaba horriblemente mal, y ahora en esta secuela, el detective que interpretaba James Ransone está de vuelta -a falta de Hawke- para continuar investigando los crímenes irresueltos y seguir buscando películas viejas de súper 8.
La verdad es que las ideas no les han fluido demasiado a los productores y guionistas que aquí intentan resucitar una saga sin una historia demasiado clara, ya que la mezcla de fenómenos ominosos que encuentra el investigador durante sus pesquisas es un poco excesiva y sus apariciones no resultan demasiado coherentes.
Hay un demonio de nombre impronunciable y aspecto debidamente horripilante que aparentemente tiene la culpa de todo lo que viene pasando, y su búsqueda lleva al protagonista a una granja donde una pobre mujer no sabe qué hacer con sus hijos gemelos, Obviamente, los hermanitos están expuestos a la mala influencia del horrible demonio, y eso es lo que debe tratar de detener el personaje de Ransone. El demonio, algo así como "Bughuuu", una abominación interpretada con pelo largo y muchos efectos especiales por Nick King, es tal vez lo más divertido de esta secuela, que no llega al nivel del original, y eso que tampoco se podría decir que "Sinister" fuera un auténtico hito del cine de terror ni mucho menos.