Una guerra se prepara
Katniss Everdeen tiene 17 años y no conoce la felicidad, apenas, algunos buenos recuerdos antes de quedar condenada a los juegos del hambre en la arena del Capitolio. Luego, los acontecimientos la llevaron a convertirse en el símbolo de la revolución de los distritos sojuzgados en la nación Panem.
Sinsajo 1, la tercera película de la saga Los juegos del hambre es el inicio del desenlace de la historia. Como ocurre con otros títulos pensados para la industria del entretenimiento, que exprimen la paciencia de los espectadores fieles, Sinsajo se verá en dos partes.
El director Francis Lawrence propone una historia visualmente poderosa con un cambio radical de escenario. La acción se traslada al Distrito 13, el de los sobrevivientes, bajo tierra. Sin colores, con una estructura de galerías compartimentadas, el refugio marca la diferencia con las películas anteriores.
Katniss, rescatada de la arena de los juegos por la resistencia, sale al aire libre sólo para constatar el exterminio en su distrito, el 12, o para visitar a los moribundos del ocho.
Sinsajo 1 es la película de los preparativos para la restauración de una nueva Panem, que, además, debe transmitir los estados psicológicos de Katniss, la chica siempre triste, que asume su misión como una carga que la aleja de todo lo que ama. Katniss es una heroína sin opción.
Para refrescar la historia conocida por los seguidores, e informar a los espectadores que no vieron las otras dos películas, el guion pone breves síntesis del relato original, inmenso y bellamente complejo en el libro.
El otro elemento que cobra protagonismo en Sinsajo 1 es la campaña de propaganda política que Katniss, el sinsajo de la rebelión, debe interpretar para unir a los grupos libertarios.
El tono y la gravedad en los rostros reemplazan las peripecias de los juegos. Hay menos acción y más climas. El director logra escenas sobrecogedoras por la escala dantesca de la destrucción, que es selectiva. Viendo esos tramos de la película, con operativos comando, diseño de comunicaciones para burlar radares, imágenes con luces infrarrojo, se universalizan la imagen y las referencias. En ese sentido, hay una abstracción con respecto a la historia central. Podría ser cualquier guerra contemporánea: el futuro ya llegó.
La potencia del diseño de la película no necesita el recurso de la música incidental, demasiado manipuladora y obvia frente a la expresividad de Jennifer Lawrence.La actriz ha madurado el rol. En Sinsajo 1 es el rostro más elocuente. Ella emociona a pesar de la música que quita dramatismo a las escenas más sentimentales. Sóla cobra sentido, cuando Katniss canta y nace el himno de la resistencia.
En el reparto, se destacan Julianne Moore, la presidenta del distrito 13, Alma Coin; Elizabeth Banks, la ex asesora de imagen de los juegos, Effie Trinket; Donald Sutherland, como el presidente Snow y Philip Seymour Hoffman, el actor fallecido este año, que compuso el rol del imprescindible Plutarch y con dos o tres gestos logra empatía y nostalgia en la platea cinéfila.
Sinsajo 1 es una transición en la que el amor contradictorio de Katniss por Peeta instala el drama, mientras Gale se ha convertido en un soldado de élite. El sufrimiento cerca a los protagonistas y queda claro que hay luchas que arrasan cualquier deseo o ilusión individuales.