Anécdota, antes de entrar a ver esta tercer película de la saga Los Juegos del hambre, tuvimos que esperar más de lo previsto para el comienzo de la función por un simulacro de incendio que se iba a practicar en el lugar; todos tuvimos que salir, aguardar en la vereda de en frente, el lugar se llenó de bomberos, sonaban sirenas, etc. Esto, que no tiene nada que ver con el film, viene a razón de que la proyección que presenciamos luego fue llamativamente bastante menos emocionante que esos minutos.
Al igual que la primera secuela, Sinsajo está dirigida por Francis Lawrence (director de Soy Leyenda, pero también de Agua para Elefantes y Constantine); y como es moda reciente, se decidió separar el último libro de la saga creada por Suzanne Collins en dos películas, por lo que aquí veremos sólo el comienzo de algo que culminará recién el año que viene.
Y pocas veces mejor dicho eso de que sólo veremos el principio. Sinsajo Parte 1 comienza inmediatamente donde nos dejó En Llamas con un final “a lo El Imperio Contraataca”. Katnis (Jennifer Lawrence) luego de haber destruido de un flechazo el domo en el que se realizan los mentados juegos, es “capturada” y llevada al Distrito 13, lugar en el que se encuentra un grupo de rebeldes que pretende terminar con la tiranía y restaurar la democracia en Panem… o algo así.
Cuando despierta, es presentada ante la Presidente Coin (Julianne Moore a la que últimamente estamos viendo muy seguido en roles de sagas para juntar dinero) que le muestra los horrores que han hecho con el Distrito 12, su lugar de procedencia.
A partir de ese momento asistiremos a la gestación de lo que será la transformación de Katnis en la voz e imagen de la revolución; mientras que, del otro lado, los tiranos la manipulan con los afectos que han quedado en el domo, entre ellos Peeta (Josh Hutcherson).
… Y poco más es lo que sucede en esta primera parte que adapta un libro que da culminación a la saga; por lo menos, no más que se pueda contar sin meternos en el desarrollo minucioso de la trama.
Las leyes del mercado hay llevado a que los últimos capítulos de estas sagas sean desarrollados en dos partes; pero tal como sucedía con las últimas entregas de Harry Potter esto hace que la primer parte de ese final sea sólo de preparación, como un precalentamiento.
Sinsajo ofrece interesantes momentos en el que veremos que de un lado y del otro las cosas no son tan diferentes, que hay manipulación de la imagen y las emociones de un lado y del otro, que un héroe puede crearse desde afuera; cosa que en parte también ya habíamos visto en En Llamas.
Como consecuencia tenemos una película más estática que las anteriores, en la cual el desarrollo de los jugos ya no es lo importante y podríamos estar hablando de cualquier película sobre tiranías futuristas.
Sinsajo no es un mal film, para quienes vienen siguiendo la historia a través de la película (los que no vieron ni leyeron nada no se acerquen porque es poco lo que van a entender), cumple en el sentido de la prolongación y aporta algunas dosis del humor que ya se probó en las entregas anteriores; pero deja un sabor de que lo mejor está por venir.
Probablemente una concentración de la narración en una sola película conformando la trilogía como en los libros hubiese ayudado a una mayor agilidad, ya que otra sensación presente pensar que lo que aquí se cuenta pudo resumirse en menos metraje.