"El comienzo de la revolución"
Terminaron los “juegos del hambre” y Katniss (Jennifer Lawrence) junto a otros tributos fueron rescatados y situados en el aparentemente inexistente Distrito 13 para comenzar a gestar una revolución contra el Capitolio. Pero como en toda revolución, es necesario crear un símbolo de unión entre todos los ciudadanos. Y Katniss deberá convertirse en el “Sinsajo” que lleve a cabo esta acción; mientras que Peeta (Josh Hutcherson) quedó en la arena de los juegos y en manos del Capitolio y su Presidente Snow (Donald Sutherland).
A diferencia de las dos entregas anteriores, “Los Juegos del Hambre” y “En Llamas”, la primera parte de “Sinsajo” no se caracteriza por esa agilidad y acción a la que estábamos acostumbrados. En esta oportunidad, Francis Lawrence (que fue el encargado de dirigir el film anterior) nos brinda una película más lenta, centrada principalmente en una contienda política, con la preparación de la campaña para unir a los distintos distritos que quedaron en pie para realizar una rebelión en contra del Capitolio y las idas y vueltas entre ambos grupos.
Además, esto se ve reflejado principalmente en el personaje de Katniss que luego de haber pasado dos veces por la experiencia de los Juegos del Hambre debe luchar con esos demonios internos que se le presentan, como también con la presión de ser la cara de la revolución.
Jennifer Lawrence nos demuestra nuevamente que es una gran actriz, acompañada de una muy buena manera por el resto del elenco, destacando principalmente a Josh Hutcherson y al gran Phillip Seymour Hoffman, cuya ausencia se va a sentir en la parte siguiente.
A pesar de ser esencialmente una película de transición a la segunda parte, “Sinsajo” nos proporciona también muchos momentos intensos, que provocan tensión y sorpresa en el espectador, con algunos sobresaltos (sobre todo para los que no leyeron los libros).
Asimismo, para equilibrar esa tensión, también existen momentos graciosos en la película, especialmente los relacionados con el armado de la campaña política, ironizando un poco sobre esta temática.
En conclusión, “Sinsajo” es la introducción a la revolución que está por venir, nos prepara para el futuro y nos deja queriendo aún más y sufriendo porque todavía tenemos que esperar un año para que esto ocurra. Y cuando esto pase seguramente tendremos por delante una gran película.
Tal vez “Sinsajo” necesita un poco de la segunda parte, tal como el libro lo requirió. Le falta un poco de la agilidad y fuerza de “Los Juegos del Hambre”, sin embargo, no deja de estar integrada a las dos películas anteriores. Y seguramente con la otra mitad quede más completa todavía.
Samantha Schuster