"Los Juegos del Hambre: Sinsajo - El Final", una despedida aletargada
El 14 de septiembre de 2008 Scholastic Press publicó "Los Juegos del Hambre" (The Hunger Games), escrito por Suzanne Collins. El libro vendió más de 20 millones copias en todo el mundo y se convirtió en uno de los más vendidos de todos los tiempos. Un año más tarde, Lionsgate Entertainment adquirió los derechos para adaptarla a la pantalla grande. Jennifer Lawrence fue la elegida para interpretar a Katniss Everdeen, la protagonista.
El filme, estrenado en 2012, también se convirtió en un éxito rotundo y eso dio pie para llevar al cine la trilogía completa.
Por supuesto que Hollywood no sería Hollywood si no le sacará todo rédito posible a las cosas, y por eso lo que tendrían que haber sido tres largometrajes se convirtieron en cuatro (sin ninguna necesidad más que la de ganar muchos millones de dólares más, vale decir).
Finalmente la saga llega a su fin con "Los Juegos del Hambre: Sinsajo - El Final" (The Hunger Games: Mockingjay - Part 2, 2015). Ah, parece que en febrero Jon Feltheimer, CEO de Lionsgate reveló que podría haber una quinta parte, secuela o precuela, de la franquicia. Dios nos libre de eso.
Esta cuarta parte arranca en donde terminó la anterior. Peeta (Josh Hutcherson) fue rescatado del Capitolio, pero aunque lo sometieron a terapia y un tratamiento intensivo, todavía no es el mismo. Por su parte, Katniss (Jennifer Lawrence) empieza a comprender su importancia en el futuro de Panem. Decidida a acabar de una vez y para siempre con el terrible régimen del presidente Snow (Donald Sutherland), se embarca en una misión para asesinarlo con la ayuda de un grupo de amigos cercanos.
Hay varias cosas para remarcar de esta película: la primera y más importante de todas es aclarar -si no es una obviedad- que no vayan a ver el filme sin haber visto al menos la anterior nuevamente. Créanlo, pasó casi un año del estreno de la tercera parte y si no tienen frescos los sucesos ocurridos van a perderse un poco (lo ideal sería repasar los tres anteriores).
Una de las (pocas) cosas positivas es que "Sinsajo - El Final" se vuelve más adulta, más oscura, más política, más tenebrosa; y su trama se enriquece con estos aspectos.
El problema grave que tiene es el ritmo narrativo. El austríaco Francis Lawrence, nuevamente detrás de cámaras, lleva la historia de momentos asfixiantes y al límite a otros que se asemejan prácticamente a una telenovela de amor mexicana de las cuatro de la tarde. Así como Frodo se volvía insoportable sufriendo todo el tiempo en la saga de "El Señor de los Anillos" (The Lord of the Rings), Katniss lo supera y por momentos es realmente insufrible.
A esta altura, después de haber "amasijado" a bastante gente, resulta irritante y aburrido que todavía tenga problemas de conciencia. Y las idas y vueltas del triángulo amoroso entre ella, Peeta y Gale (Liam Hemsworth) se hacen tan chicle que a nadie termina por importarle con quién se va a quedar.
Las dos o tres escenas de acción son realmente fascinantes y muy bien logradas, pero ni eso alcanza para sacar del pozo abúlico en el que se sumerge el filme durante largos períodos.
Lleven sus pañuelos porque, a pesar de haber fallecido hace más de un año y medio, van volver a ver a Philip Seymour Hoffman regalando su enorme talento en su último filme.
En definitiva, lo que comenzó como un entretenimiento efectivo para adolescentes terminó convirtiéndose en una declaración de principios que expone los sinsentidos de las guerras y lo oscura que puede ser la política. Siendo sinceros, estos juegos del hambre terminan dejándonos famélicos.