Conclusión de una distopia bien concebida.
La primera parte de Mockingjay fue excesivamente aburrida, pero es indudable que sirvió para sentar las bases de la conclusión de la saga. Mockingjay 2 culmina exitosamente la fenomenal adaptación a la pantalla de una célebre obra literaria de ciencia ficción que explora el costado más siniestro de nuestra naturaleza antropológica.
Hay méritos suficientes para asegurar que The Hunger Games es una gran saga en su género. Buena cinematografía y muchísimo compromiso argumental la definen como una excelente propuesta de ciencia ficción, que no sólo funciona como entretenimiento, sino y fundamentalmente como una aguda crítica a la sociedad. Es muy interesante el trabajo que han hecho los realizadores en cuanto al mensaje del filme, que plantea un futuro distópico exagerado, pero con características propias de la realidad. La cuarta y última entrega concluye bien la historia, conservando la eximia narrativa de las partes anteriores y retomando la acción y el suspenso, que habían sido postergados en Mockingjay 1.
The Hunger Games concluye según las expectativas: muy bien. Es verdad que Mockingjay 1 y 2 podrían haber sido una sola película larga, pero eso no llega a arruinar la experiencia, sino que apenas la prolonga innecesariamente. Pocas propuestas del tipo muestran tanto compromiso narrativo para con su trama y protagonistas. En una época en que sobran las sagas adolescentes y descerebradas, The Hunger Games hace la diferencia.