Problemas de Centennials
De puro aburrimiento y sin creer realmente que fuera real, cuatro amigas de la escuela pasan una noche haciendo lo que supuestamente unos varones del curso están realizando esa misma noche: invocar a Slender Man.
Alcanza con un simple ritual consistente en reproducir un video por internet que las inquieta más de lo que admiten. Especialmente a una de ellas, quien tras mostrar un comportamiento errático durante algunos días desaparece de una excursión en el bosque sin dejar rastros.
Descartadas explicaciones más terrenales, sus amigas descubren que la desaparecida pasó sus últimos días obsesionada con Slender Man, investigando en internet y llenando su escritorio de dibujos.
Desandando sus pasos, se convencen de que todo es mucho más real que una simple historia de internet y que están siendo acechadas por un extraño ser sin rostro capaz de enloquecer a cualquiera que se lo encuentre.
Padres y guión ausentes.
Era cuestión de tiempo para que el referente más conocido de la mitología de Internet llegara al cine. Tampoco sorprende que no lo hiciera con una calidad mucho mejor que cualquiera de los videos fanmade basados en algún creepypasta. La trama podría estar sacada de cualquier foro, rellenada para que alcance a la hora y media reglamentaria, que en este caso se siente como un rato más que eso.
El ser que atrapó la atención de toda una generación de púberes tiene varios puntos a favor para ser un mito interesante, incluso a pesar de su historia algo inconstante que va cambiando según quien la cuente. Ninguna de estas historias se cuenta en la película más que de forma elemental; sus protagonistas comienzan desconociendo a Slender Man casi por completo y no hay interés de explorar ese camino.
Alcanza con saber que cuenta con potentes habilidades psíquicas utilizadas para acechar y enloquecer a sus víctimas, hasta que finalmente decida llevarse algunas de ellas. Las que no mueren o pierden el juicio antes, claro. Sus motivaciones, métodos y criterios se ignoran, pero solo va tras jóvenes que muestran interés en él.
Los adultos están ausentes en esta historia claramente apuntada a un sector demográfico muy acotado, el cual seguramente ya conoce sobre la mitología de Slender Man todo lo que la película prefiere apenas pasar por encima, quizás justamente contando con este detalle. La habilidad de Slenderman para causar aterradoras alucinaciones a sus víctimas tiene bastante potencial como para contar una historia que resulte al menos inquietante, pero con un presupuesto limitado que insisten en usar para escenas en CGI insostenibles y un elenco de adolescentes sin mucho guión para darle forma a sus chatos personajes, es esperable que el resultado sea aburrido y asuste menos que Beware the Slenderman, el documental de HBO sobre el caso real (RESEÑA ACA) de las chicas obsesionadas con el personaje al punto de planificar un sacrificio humano a Slenderman. El documental al menos cuenta algo.