Otra de terror estéril
Otra de esas películas que dicen llamarse de terror y lo único que hacen es bastardear un género que ha recibido muchos golpes en la última década. Por suerte gente como Andy Muschetti, James Wan, Ari Aster, Robert Eggers y Jordan Peele están de a poco apuntalando este género que es uno de los más entretenidos y cinematográficos que se pueden disfrutar. Cuando están bien construidos, claro está. En esta ocasión, nos cuentan la historia de ''Slender Man'', un mito urbano estadounidense que guarda cierta similitud con el folclore de ''The Ring''. Básicamente vez un video en internet que te muestra al Slender Man y quedás condenado. El demonio se mete en tu cabeza y no tenés escapatoria porque lo ves en todo momento y te aterroriza las 24 horas del día. Hasta acá nada nuevo.
Sobran los ejemplos de propuestas de terror de este tipo. Las protagonistas son un grupo de adolescentes incrédulas de este tipo de situaciones que tratan de demostrar que toda esta leyenda urbana es un fiasco, hasta que un día una de ellas desaparece. A partir de ahí, las demás se adentran mucho más en el mundo oculto de Slender Man y comienzan a caer una a una. Nada nuevo tampoco. Si a esto le sumamos que los efectos especiales del demonio que aterroriza a la chicas es muy básico, tenemos un combo de basura cinematográfica que no vale la pena ver. Cae en todos los lugares comunes de este tipo de películas y lo hace sin vergüenza alguna. Diría de hecho que es un compilado de clichés y malas decisiones de los protagonistas sacado de manual. Golpes de sonido espontáneos que pretenden ser terroríficos, apariciones de repente de un demonio que parece mas un maniquí barato que un ente capaz de crispar los nervios de alguien, y gritos, muchos gritos femeninos que sólo dan la sensación de un tipo de cine viejo, anticuado que queremos dejar atrás. Creo que es evidente que estos tipos de exponentes y no causan ningún tipo de terror. Un prende el noticiero al mediodía y ve cosas más terroríficas que las que muestra ''Slender Man''. El nuevo terror va a lo psicológico, al juego mental, a la situación que podría sucederle a cualquiera con un toque extra de misticismo. El nuevo terror construye de a poco, con paciencia, y no se arrebata en querer mostrar gritos y apariciones cada cinco minutos. Pero bueno, entiendo que este tipo de producciones son muy baratas de hacer (para los estándares de Holywood) y la recaudación siempre llega a cubrir los costos y un poco más. Sí, todavía quedan bastantes espectadores consumidores de cine malo.
En fin, una experiencia aburrida y ruidosa que sólo logrará sacarte varios bostezos.