Para aquellos ajenos al mundo de los youtubers y redes sociales, un creepypasta, es nada más ni nada menos que un video de youtube que recupera historias, leyendas urbanas, mitos, en forma de video y que intentan asustar a aquellos que lo ven. “Slenderman” ha sido una de las creepypastas más exitosas de los últimos tiempos, imponiéndose entre las preferidas de los jóvenes que pasan horas y horas mirando videos de corta duración en la plataforma por excelencia para ver videos.
Ni lerdos, ni perezosos, los estudios de Hollywood, han estado atentos a la información que circula por la web, sabiendo que si se traduce uno de esos fenómenos en película, el resultado en la taquilla sería asombroso.
En “Slenderman” no hay ni más ni menos que eso, la proliferación de información ya circulada con anterioridad sobre este “hombre esbelto” que acecha a quienes osan invocarlo pensando que sólo es un inocente juego.
En esta oportunidad cuatro amigas, en una noche más de rutina entre copas, revelación de verdades y aspiraciones, se animan a ver el video que supuestamente abriría las puertas del universo del Slenderman. La leyenda indica que si este sujeto las atrapa no podrán volver a la vida nunca más, y en el caso que logren escapar de sus garras, nunca volverán a ser como antes ya que el solo contacto con él es para nunca más volver a recuperar su “ser”.
Narrada con mucho de los artificios utilizados por los creepypasta (cámara en mano, ritmo vertiginoso, dinamismo en las tomas, planos circulares, primeros planos) y con la clara convicción de responder al nicho al que se dirige, “Slenderman” es un interesante ejercicio de género que responde a convicciones necesarias para cumplir con su verosímil.
Curiosamente, en la elección del cast protagónico, además hay cierta reminiscencia a clásicos como “Jóvenes Brujas”, una película que en los años noventa, del siglo pasado, estableció leyes para un sinfín de otras propuestas que anclan en posesiones y brujerías su sentido.
Para reforzar aún más su propuesta, la clara decisión de sumar en el casting a Joey King (“El Conjuro”) y Annalise Basso (“Ouija, el origen del mal”, “Oculus”) reafirman su interés por no sólo aprovechar el fenómeno que inspira el relato, sino que, además, hacerlo en un contexto de claro apoyo y respeto al género.
Más allá de su linealidad y simpleza, y de la búsqueda de algunos efectos de guion para generar susto en el espectador, “Slenderman” cumple con su afán de presentarse como una teen horror movie sin pretensiones, y desde allí desarrollar narrativamente el creepypasta que eligió como motor de su progresión dramática.
Aquellos que esperen LA película de género del año, pueden seguir esperando, mientras que aquellos que decidan encontrar un relato fresco, inspirado en un fenómeno que ha trascendido youtube, saldrán con la convicción de las salas de haber estado frente a un producto honesto que no reniega de sus falencias, pero que prefiere potenciar su narración desde el lugar que la pantalla le otorga.