La película muestra la actividad de Edward Snowden, el analista que trabajó para la CIA y navega entre la dramatización de hechos reales, el documental y la denuncia, donde el director Oliver Stone se mueve como pez en el agua.
Otro material polémico y político cae en manos del director Oliver Stone, la biopìc que pone al descubierto la actividad de Edward Snowden, el analista que trabajó para la CIA y entregó documentos clasificados sobre el programa secreto de vigilancia mundial de la NSA -Agencia de Seguridad Nacional- al diario The Guardian, en 2013.
Basada en el libro "The Snowden files: The inside story of the world's most wanted man", escrito por Luke Harding, y otro escrito por Anatoly Kucherena, el abogado ruso de Snowden, la película navega entre la dramatización de hechos reales, el documental y el cine de denuncia, en los que Stone se mueve como pez en el agua.
Joseph-Gordon Levitt está inmejorable en la composición del personaje real que también aparece en pantalla en los minutos finales. Para el espectador que no conozca el caso, quizás el exceso de información pueda marearlo, pero Stone se las ingenia para mantener la atención a lo largo de más de dos horas. Para cumplir su objetivo muestra a un Snowden como un genio de la informática, aceptado luego de rigurosas pruebas, en el Centro de Entrenamiento "La Colina" y hasta su tarea posterior en Hawaii.
Esta actividad complicada en la que la información cobra protagonismo, tiene daños colaterales en su vida privada junto a su novia Lindsay -Shailene Woodley, la ascendente actriz de Bajo la misma estrella y Divergente-, y en su salud a partir de algunos episodios de epilepsia.
"El terrorismo es la excusa. Se trata de control social y económico" desliza uno de los personajes de esta enmarañada trama estructurada en torno a una entrevista realizada en un hotel de Tokyo, en una película que prescinde de acción física y tiroteos.
Pasado y presente sirven para ir construyendo el perfil del personaje central que mueve todo el andamiaje y a quien acompañan Tom Wilkinson, como el corresponsal de defensa e inteligencia; Zachary Quinto en el rol del abogado constitucionaista Glenn Greenwald; Melissa Leo, como la directora de documentales Laura Poitras y,en un rol menor, Nicolas Cage.
Espiar a los que espían, convertirse en un nuevo blanco y con un destino incierto en Rusia para no ser localizado, son algunas de las puntas que maneja este film sobre personajes vigiladores y vigilados. El creador de Pelotón y JFK tiene en contra al film documental de 2014, Citizenfour, pero encuentra la vuelta como para contar la historia desde otros ángulos.