"Es mágico"
Contra todos los pronósticos, el debut cinematográfico de José María Listorti y Pedro Alfonso es una digna propuesta que sin grandes pretensiones logra cumplir su único objetivo: entretener a sus seguidores, sean grandes o chicos.
Nacidos en dos etapas distintas del programa televisivo más exitoso de la Argentina, Listorti y Alfonso acumularon un buen caudal de público pertenecientes a diferentes generaciones gracias a pequeños sketches de humor que con el correr de los años quedaron relegados a YouTube debido a la orientación “musical” que tomó el show conducido por Marcelo Tinelli.
Si bien en un principio la idea de juntar a ambas figuras para concebir una película de corte humorístico parecía una movida con fines más comerciales que artísticos, a medida que fuimos conociendo más detalles sobre esta producción empezamos a darnos cuenta que la cosa iba en “serio”.
El mayor riesgo seguía siendo contar con tan solo dos actores (sin experiencia en la pantalla grande) al frente de casi toda una película. Como apuesta fue realmente arriesgada, aunque en el resultado final queda claro que la dupla de protagonistas se la bancó de gran forma para sostener los 82 minutos que dura la propuesta.
Por eso, que este proyecto cayera en manos de dos de los directores con más talento y futuro dentro del cine de género nacional como lo son Fabián Forte y Nicanor Loreti, habla a las claras de los responsables de “Socios por accidente” buscaron apoyarse en algo más que solo en el humor que desprende esta producción.
¿Lo logran? Sí, porque “Socios por accidente” además de ser una comedia eficaz con un humor apto para todo público tiene una puesta en escena muy cuidada que vale la pena destacar ya que no es algo habitual en esta clase de producciones nacionales.
Cuando reducís al mínimo el margen de error, tenés muchas menos posibilidades de cometer equivocaciones groseras. “Socios por accidente” nunca intenta volar demasiado alto y por esa razón no debería tener problemas para salir con vida de todos los ataques desmedidos basados en el estúpido prejuicio (que va más allá de la prensa) de que el cine nacional no está capacitado para entretener.
El cine argentino, que se encuentra en uno de sus mejores momentos de los últimos años, debe entender de una vez por todas que esta clase de películas son necesarias para satisfacer las necesidades de esa gran parte del público que no busca que le abran la cabeza dentro de una sala de cine, sino simplemente pasar un buen rato frente a la pantalla grande comiendo pochoclos y tomando gaseosa.
“Socios por accidente” logra ese objetivo, y si bien no te vas a desarmar de la risa, alguna que otra carcajada vas a largar si en su momento disfrutaste de cosas como estas o estas.