La mujer centenaria
Hernán Belón, quien ya había incursionado con El tango de mi vida (2009) en el documental de observación con tinte humorístico, irrumpe con una propuesta que para muchos puede sonar extraña pero que cobra fuerza a medida que la historia transcurre, filmar los meses anteriores al centenario de Sofía.
Sofía es la capital de Bulgaria, Sofía es la Reina de España, Sofía es la Loren, la hija de Moria Casán, de Francis Ford Coppola y de Anibal Pachano, también es una película de Alejandro Doria con Dora Baret, una actriz y ex modelo de apellido Vergara, una RRPP de Argentina y alguna perra que algunos conocerán. Pero ninguna de estas Sofía es la que cumple cien años. Sofía es una mujer común que vivió un siglo de historia y que fue atravesada por buenos y malos momentos, resistiendo gracias al humor y al amor de los que la rodearon.
Sofía, cumple 100 años (2009) se encuadra dentro del estilo documental que se dedica a observar ciertos momentos de un hecho sin llegar a involucrarse de manera directa en él. De esta forma, el realizador decide empezar a filmar el periodo que antecede al cumpleaños de la protagonista y así reconstruir parte de su vida, sin por eso recurrir a la típica narración formal o a la entrevista de quienes sólo van a hablar bien.
Cada uno de los personajes que incursionarán en la escena serán quienes desde sus actos o los recuerdos nos vayan ofreciendo un bosquejo de quien fue esta mujer, testimonios que bien podrían ser utilizados como un nexo para contar la historia argentina. Hábilmente Belón no se corre del lugar prefijado y en lugar de convertirla en mártir o portavoz de la historia nacional la humaniza aún más de lo que pareciera a simple vista, tiñéndola de un halo humorístico como muy pocos se atreverían hacerlo, sin por eso caer en la burla o el ridículo.
Esta forma de encarar el relato, el autor, ya la había utilizado en El tango de mi vida con un resultado más que satisfactorio, algo que ya parece ser marca registrada en él. Apelando al formato del reality show sigue a la protagonista como si fuera invisible, pero no mostrando su costado más mórbido sino el humano y reflexivo.
Evitando caer en el lugar común, el típico video familiar o el solemne homenaje, Sofía, cumple 100 años es sólo la historia de una mujer que tiene la particularidad de cumplir cien años. Pero ese es un dato menor ya que la esencia del relato radica en la forma en que este fue concebido y como se plasmó en la pantalla, con humor e inteligencia.