Soi Cumbio es el primer largometraje de la directora Andrea Yannino. Documental de 75 minutos que retrata una fragmento de la vida de la otrora adolescente Agustina Vivero, alias Cumbio, cuyo devenir flogger la llevó a una inesperada popularidad algunos años atrás.
El relato que vemos, nos ofrece a Cumbio desde las diferentes relaciones que sostiene con sus padres, amigos, novia, periodistas, seguidores, colegio y medios de comunicación; en el momento en que la fama la descubre. Así veremos como, una vez más, tanto la televisión como la prensa escrita demuestran su interés, al hacer foco en el fenómeno para servirse de este hasta agotarlo.Soy Cumbio refleja la multiplicidad de relaciones que evidencian las diferentes instituciones que conforman nuestra sociedad y a través de las cuales los sujetos crecen, se desarrollan y se reproducen: familia, escuela, pareja, pares. Instituciones que, como ya sabemos, se han visto desequilibradas con el advenimiento de la llamada cultura 2.0 que instala una nueva modalidad de relación entre quienes se internan y comunican a través de ellas. Esta nueva forma de relacionarse, a través de chats, blogs, fotologs, mensajes de texto, e-mails y auriculares en eterno funcionamiento, que es a juicio de quien escribe, una nueva modalidad de alienación, está modesta pero correctamente construida por Andrea Yannino. La virtud del documental reside en que es a través del tratamiento de la imagen que percibimos las vertiginosas vivencias tristes y alegres de la adolescente protagonista. Lejos de todo juicio de valor sobre el personaje y prescindiendo de la habitual voz en off del género, es en la utilización del montaje por corte directo, los movimientos de cámara veloces que obligan a una pérdida de foco que se demora en restablecer, y una iluminación que pareciera denotar la misma espontaneidad que Cumbio en sus expresiones, que la película encuentra su mayor valor. Existe en la imagen una homologación a la protagonista en tanto invita a preguntarse cuál es o ha sido el rol de las instituciones en la vida de los adolescentes en general.
Soy Cumbio utiliza material rodado con Agustina Vivero y su familia en la propia casa y alrededores, al que intercala fragmentos de archivo periodístico que dan cuenta del momento de breve fama de la joven que la ha llevado, incluso, a publicar un libro cuyos compradores formaron largas colas para conseguir la firma de la autora. El material documental muestra el mismo respeto que se evidencia en la elaboración de la película, pues sabemos que en todo rodaje existe una puesta de cámara sostenida por una decisión y elección previa; y en este registro, el documental, Andrea Yannino, comprende la inmediatez del contacto entre personas y a la vez el vacío comunicacional.