El realizador Manuel Abramovich explora el después de Fabio Cavobiano y su familia. Acompaña y es acompañado y en un doble juego de poder otorga y quita la función de realizador al objeto que analiza.
Fabio se pasea por el mundo y confronta a Manuel y entre ambos terminan configurando un filme incómodo, pero que a la vez reflexiona sobre la familia, los vínculos y las decisiones externas.